jueves, 14 de febrero de 2013

web de Juli

sI quieres información del actor que inspira está webnovela (Juli Fàbregas) visita nuestra web:


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Capitulo 27



Año 1994

Cielo está mirando por la ventana pero Luis no ha vuelto a aparecer.

--¿será verdad que no volverá con Ana?

Eso la tiene muy ansiosa.

--seguro que cambió de lugar.

Cielo no quiere aceptar que Luis pueda estar sufriendo por ella. Camilo la abraza por la espalda.

--mi amor ¿qué haces todo el día en la ventana?

Cielo se sobresalta. Se aparta de él. Se enfada.

--¡no estoy todo el día¡

Camilo sonríe.

--tranquila, era una broma.

Él trata de acariciarla pero Cielo siempre lo rechaza y a él le duele.

--hasta cuando viviremos así. Ya vamos a cumplir dos meses de casados y no sólo dormimos en habitaciones separadas sino que no te puedo ni acariciar.

Ella necesita un marido que la aleja de Luis y ser la esposa de Camilo sin serlo de verdad es algo que le conviene.

--¡tú sabes por qué¡

Cielo es una mujer amargada por la ausencia de Luis pero Camilo cree que su dolor se debe a lo que le hizo supuestamente él en la despedida de soltera. La culpa hace que Camilo calle. Al irse a su dormitorio, Cielo se marea. Camilo se asusta pero ella no quiere su ayuda.

--No tienes el periodo, llevas días con nauseas. Debes ir al médico.

Ella lo mira con rencor y dice:

--¡me encuentro perfectamente¡

Pero antes de llegar a la cama sufre un desmayo y cae desplomada al suelo. Cuando recobra el conocimiento está en la cama. Camilo a su lado sonríe feliz.

--Yo creo que estás embarazada. Ahora que estás bien bajo a la farmacia a comprar un test.

Cielo empalidece:

--¡no puedo estar embarazada¡

A Camilo le parece la salvación de su matrimonio:

--¿porqué no? Estamos casados.

Cielo sabe que no se lo merece pero descarga su rabia contra él.

--¡porqué sería fruto de una violación¡

Camilo no dice nada. Se marcha y vuelve con el test. Cielo quiere estar sola. Se hace el test en el baño. Se toca el vientre confundida mientras espera. Le asusta pero también le produce emoción la posibilidad de estar esperando un hijo de Luis. El test es claro: un hijo de Luis crece en sus entrañas. Cielo se sienta en la taza del wáter conmocionada y con las manos en el vientre. Sentimientos encontrados dentro de ella. Espera un hijo del hombre de su vida pero es la esposa de otro y está segura que Luis no iba a responderle que sólo ha querido divertirse con ella. Adrián nace meses después y colma de felicidad a su madre. Camilo, aunque no lo siente suyo, no sospecha que no es hijo de él y lo acepta sin problemas.

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Año 2012

Luis espera ansioso fuera de la habitación de Cielo. Sale Adrián muy contento. Luis se le acerca a la expectativa.

--¡el doctor dice que mamá se va a recuperar¡

Luis abraza al chico. Los dos están entusiasmados. Adrián es muy cariñoso con el hombre.

--Dicen que ha sido un milagro pero yo sé que ha sido tu amor. Has devuelto a la vida a mi madre y siempre te voy a estar agradecido por eso.

Adrián le da un cariñoso beso en la mejilla. Luis le acaricia la cara muy paternal.

--mamá quiere verte.

Luis entra con el corazón a punto de salirle de la garganta. Tiene miedo que todo haya sido una imaginación suya, que Cielo lo vuelta a rechazar. Luis agarra la mano de la mujer temeroso. Ella lo mira con cariño:

--hemos perdido tanto tiempo.

Luis está entusiasmado:

--¡entonces me amas¡

Luis está demasiado contento, quiere hacer muchos planes con esa mujer que tanto ama pero Cielo no puede empezar una vida a su lado sino le cuenta la verdad. Están tomados de las manos. Ninguno de los dos quiere separarse jamás.

--tengo que pedirte perdón.

Luis le acaricia los labios.

--tranquila, tenemos toda la vida para hablar. No pasa nada, los dos hemos perdido. Nunca me dijiste que me amabas, me rechazaste pero…

Luis no calla y Cielo no sabe cómo decirlo suavemente así que le suelta de golpe:

--perdón por negarte a tu hijo.

Luis se ríe.

--¿de qué hablas?

--Adrián es nuestro hijo. Nunca estuve con nadie después de aquello y menos con Camilo. Adrián es tu hijo.

Luis se aparta de ella. Se lleva las manos a la cabeza.

--¿y ahora me lo dices? ¡¡cómo me has podido ocultar una cosa así¡

Luis está muy furioso. La mujer llora. Luis golpea la pared. Sabe que no es el momento de reclamarle nada. Siente que su vida ha sido una mentira, está muy decepcionado. Sale de la habitación dejando a Cielo destrozada. En la puerta está Adrián.

--¿qué pasó?

Luis sufre un fuerte shock al estar frente a su hijo. No le puede decir nada. Lo abraza llorando.

--¿qué pasa? –Adrián.

Luis le da un beso muy cariñoso y se va corriendo. Corre durante unos minutos, no sabe qué hacer. Siente que va a explotar. Siente rabia, emoción. Tiene un hijo, un hijo con Cielo.





Adrián está con su madre. Trata que le explique lo que está pasando cuando llega Luis con unas flores. Luis está muy ansioso al ver a su amada, a su hijo. Luis mira a Adrián con cariño. Los deja solos.

--llévate las flores, me las dejaron entrar para que las vea tu madre pero no se pueden quedar –Luis.

Adrián se va con las flores. Cielo quiere disculparse pero Luis se siente a su lado en la cama. Le agarra la mano y con la otra acaricia sus labios. Es un hombre feliz.

--me amas? –pregunta él.

--Te he amado siempre pero…

Luis le da un beso para que se calle.

--entonces no quiero saber nada. Las flores eran para agradecerte el hijo que me has dado.

Cielo le acaricia las mejillas. Está llorando.

--ser padre era el sueño de mi vida, mi mayor frustración. Siempre quise ser padre, padre de un hijo tuyo.

Luis está muy emocionado, las lágrimas lo ahogan. Le cuesta hablar.

--hemos perdido tanto tiempo –ella.

Luis no pierde la sonrisa. No le importa el pasado.

--pero ahora lo tenemos que aprovechar. No quiero que perdamos ni un segundo. Si tú quieres claro… --él.

--yo quiero pero ¿quieres tú? ¿no es tarde?

Luis lleva toda la vida esperando ese momento:

--¿tarde? ¡nací para amarte¡ ¡no quiero otra cosa que estar a su lado¡

Se besan entre lágrimas.

--yo siempre estaré a tu lado…

--mi amor –Cielo.

Se quedan en silencio, con las manos agarradas. Mirándose enamorados. No pudiendo creer que al fin estén juntos.



Semanas después… Cielo ya tiene el alta. Luis la lleva a casa en el auto. Se miran contentos.

--¿Dónde quieres ir? –pregunta él.

--ya sabes –dice ella pícara.

Él traga saliva. Aún le parece un sueño que Cielo y él estén juntos.










Luis y Cielo se desnudan el uno al otro. Han cambiado mucho desde la única vez que estuvieron juntos pero se desean como el primer día. Se quedan unos minutos mirándose embobados. Al uno le gusta la desnudez del otro. Cielo se muestra aún un poco insegura. Luis la toca con miedo. La siente temblar.

--nunca volví a estar con un hombre –confiesa ella.

--nada fue igual desde entonces –susurra él.

Luis besa la cicatriz que le ha quedado a su amada en el rostro. No le importa nada. Luis se muestra algo inexperto. A sus cuerpos les cuesta encontrarse porque están desentrenados pero el amor los acaba uniendo. Lloran de felicidad, de placer. Es una comunión perfecta. Se rompen el uno con el otro. Se quedan el uno al lado del otro. Mirándose, tocándose. Amándose. Se les escapa las lágrimas. Es mucha su felicidad. Se miran como si fuera un sueño.

--llevo más de 20 años esperando este momento. Estar así, contigo. Toda la vida enamorado de ti.

Sus manos agarradas, ella le toca el rostro con la otra mano.

--Es que eras tan joven, tan loco ¡podías ser mi hijo¡

--ya he envejecido, ahora parece que tengamos la misma edad –sonríe él.

Eso tranquiliza a la mujer. Ya no son una pareja que pueda llamar la atención, que los pueda criticar porque aunque se lleven 20 años casi parecen de la misma edad. Los años se le notan más a él que a ella. Cielo lo mira en silencio.

--no quiero que te alejes nunca de mi vida –dice él.

--yo no quiero alejarme nunca de tu vida –dice ella.

Se besan y se quedan juntos disfrutando ese momento. Haciendo planes juntos.




En los días siguientes, tanto Cielo como Adrián se trasladan a casa de Luis. Camilo se toma muy mal que la pareja esté junta. Se enfrenta a ellos. Están Luis y Cielo con unas cajas. Lo que más le molesta a Camilo es que están tan felices que ni quieren discutir. Van a meterse en la casa cuando Camilo dice:

--¡los mejores años de su vida me los dio a mi¡ ¡¡el hijo me lo dio a mi¡

Luis deja unas cajas en el suelo para abrazar a Cielo. Los amantes miran a Camilo desafiantes pero no le dicen nada. Con desprecio, Camilo dice:

--Te la regalo. Ya no me sirve.

Luis no puede más y se le va a lanzar encima.

--¿¡qué te pasa imbécil?¡

Para parar la discusión, Cielo le dice a su ex:

--¡Adrián es hijo de Luis¡ ¡¡Me casé contigo embarazada de él¡

Camilo se queda en shock y también Adrián que bajaba y lo ha escuchado todo. Mira a los tres dolido y corre arriba. Luis corre tras su hijo mientras Cielo le confiesa todo a un dolido Camilo.



Adrián está llorando sentado en el sofá. Luis se le acerca. Lo mira con cariño.

--a mi me hace muy feliz que seas mi hijo.

Adrián mira a su padre con ojos llorosos:

--¿desde cuándo lo sabes?

--me acabo de enterar.

--¿y por qué no me dijiste antes?

Luis se sienta al lado de su hijo. Le acaricia la pierna fraternalmente.

--porque temía que me rechazaras, esperaba que mi quisieras antes de saberlo.

Adrián se levanta. Se lleva las manos a la cabeza.

--¡¡es que esto me separará más de Rosa¡

Adrián está llorando. Luis se acerca a él. Le pone las manos en las mejillas.

--Rosa y mi hermano se están reencontrando pero cuando vuelvan de viaje yo hablaré con mi hermano. Rosa no se perderá al mejor chico del mundo.

Padre e hijo se funden en un emocionado abrazo.

--me gustas mucho como padre –le dice Adrián.

Luis lo besa feliz. Se vuelven a abrazar. Cielo los mira emocionada. Luis extiende la mano y Cielo la agarra. Luis abraza a Cielo y miran a Adrián con dulzura. Padre e hijo se miran con complicidad y los tres acaban fundiéndose en un abrazo. Cielo y Luis se besan ante la divertida mirada de su hijo. Son ahora una verdadera familia. Cielo y Luis están felices que su sueño se haya cumplido.

FIN.

Capitulo 26



Año 2012

Luis y Adrián van al hospital. Luis lo abraza por los hombros. No puede creer que al fin vaya a ver a su amada.

--siempre me pareció que entre mi madre y tú había una especie de –pausa—tensión sexual no resulta.

Luis es muy cariñoso con él:

--yo siempre la amé.

Apenas una puerta los separa. Adrián se queda fuera para que Luis pueda estar solo con su amada. Luis le da un fuerte abrazo:

--yo no he cumplido con mi parte del trato –Luis.

--sé lo que duelen que no comprendan un amor –triste.

Con las dos manos en los hombros del chico le dice fraternalmente:

--hablaré con mi hermano de nuevo.

--tranquilo, ahora vete con mi madre.

Luis le guiña el ojo y le da un beso muy paternal.



Cielo está conectada a muchas máquinas que respiran por ella. Luis la agarra de la mano. No quiere hundirse pero no puede evitarlo.

--siempre te amé. Nunca me creíste pero llevo toda la vida enamorado de ti. Desde que me besaste nunca otra me besó en los labios. Siempre te he llevado muy dentro…

Sus lágrimas mojan el rostro de Cielo y ésta acaba despertando del coma.

--yo también te amo –dice ella débilmente.

Luis cree que es producto de su imaginación.


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Año 1994

Cielo está feliz en brazos de Luis pero está convencida que lo único que él quiere es que ella lo deje todo por él para burlarse luego él de ella, para poder presumir ante sus amigos de lo que ha logrado. Aparta a Luis de sus labios de un empujón y con mucha rabia le dice:

--¡ya déjame en paz, ya te di lo que querías y ahora déjame vivir¡ ¡¡olvídame¡

A Luis le hiere mucho que Cielo piense eso de él.

--¡no has entendido nada¡ ¡¡igual no voy a permitir que te cases¡¡¡soy capaz de dejarte en ridículo en la iglesia¡

Luis habla así porque está herido. Cielo responde furiosa:

--¡si lo haces te odiaré para siempre¡

El chofer lo está pasando muy bien. Están en un semáforo. A Luis le duele mucho el rencor que le ha mostrado la mujer.

--¡pues yo no pienso participar en tu farsa¡

Abre la puerta del auto y se baja. Cielo cree que Luis actúa así sólo por orgullo, que la quiere dejar en ridículo. No se esperaba esa reacción y le da rabia.

--¡ven aquí inmediatamente, tienes un compromiso que cumplir¡

--¡di que me ha dado un apretón¡ --dice Luis furioso mientras se aleja de ella.

A Luis le gustaría que ella lo siguiera pero Cielo está demasiado enfadada. Cierra la puerta y ordena al chofer que se ponga en marcha porque está en verde y los coches de detrás les pitan.

--¿Dónde la llevo?

--¡pues a la iglesia¡ --furiosa.

El chofer la mira como si fuera una cualquiera.

--¡no sea irrespetuoso¡ --se queja ella.

El chofer se disculpa y siguen su camino. Luis ve el coche marcharse dirección a la iglesia y le da mucha bronca. Da patadas a los árboles lleno de ira.




Al cabo de un rato, Luis está caminando por la playa, por el mismo lugar en donde hizo el amor con su amada. No quiere llorar pero es mucho el dolor que siente dentro de él. Su Cielo se debe estar casando en esos momentos y eso lo tiene mal. Mira hacia el mar, eso es algo que lo relaja. Se levanta. Se quita los calcetines que deja junto a los zapatos que ya se había sacado al llegar a la playa. Se saca la americana y la corbata. Con camisa y pantalones se zambulle en el agua de cabeza a los pies. Está un buen rato bajo el agua. No ve a una novia que, llorando, se ha lanzado al mar desde las rocas con todo y vestido. Luis sale a la superficie de golpe. Se seca el agua de la cara. Respira hondo. Ya se siente mejor. Es entonces cuando se da cuenta de la presencia de la novia que se a pocos metros de él. Su corazón va a mil por hora.

--¡Cielo, Cielo¡

Nada hacia ella gritando su nombre. Se pega a ella, la abraza y está a punto de besarla y es entonces cuando se da cuenta que la novia no es Cielo. La decepción lo derrumba. Aunque la novia está muy herida, le conmueve las lágrimas de él.

--¿Quién eres tú? –ella.

Pero él no contesta aunque sí se deja acariciar. La novia tiene dentro de ella tanta rabia como Luis que necesita calmar y además Luis es el hombre más guapo que ha visto en su vida. Lo quiere besar pero Luis no la deja porque sólo Cielo puede besarlo aunque no la rechaza. Ambos se dejan llevar por su cuerpo, por su rabia. Luis le arranca el vestido del cuerpo, lo tira. La deja en ropa interior y la penetra salvajemente. Están juntos menos de cinco minutos pero ambos lo disfrutan. No han usado preservativo y Luis se la saca y eyacula en el agua. Luis nada hasta la orilla sin mirar atrás. Se sube la cremallera. Agarra su ropa y se va sin  mirar atrás. Se seca la cara con la americana.



Luis llega a su casa. Le tranquiliza que no haya nadie porque así se ahorra dar explicaciones. Lleva la americana en la mano, del bolsillo cuelga la corbata. Su elegante traje oscuro aún húmedo. Se va sacando la ropa a patadas, la va dejando tirada por el suelo. El teléfono suena varias veces, en el contestador automático Sergio deja un mensaje en su grabadora. Luis, al oír que es su hermano, agarra el teléfono.

--tío ya era hora. La comida está de puta madre ¿qué ha pasado?

Se oye la música y eso le duele.

--¿Cielo se casó?

Sergio no entiende la pregunta.

--¿porqué no había de casarse?

A Luis se le cae el teléfono. Siente como una puñalada dentro de su alma. En el fondo tenía la ilusión que su Cielo dejara al novio plantado en el altar. Luis agarra el teléfono. Sergio está gritando.

--tío ¿me oyes?

Luis hace un esfuerzo para tragar su dolor.

--si, sí ¿tú estás bien?

--si claro de puta madre ¿pero qué pasó? Cielo llegó sola y enfadada. Dijo que estabas malo.

--Sí la barriga pero no te preocupes. Pásalo bien.

Los hermanos se despiden con cariño. Luis en bóxers y calcetines al baño. Se quita los calcetines y luego se baja los calzoncillos. Está muy triste. Su Cielo se ha casado y eso le duele mucho. Estaba convencido que eso nunca iba a pasar y menos después de haberle hecho el amor a la novia. Luis ha estado con muchas mujeres y sólo por pasatiempo pero a Cielo la ama y le duele creer que sólo fue su diversión en la despedida de soltera. Sus lágrimas se confunden con el agua que cae sobre su cuerpo desnudo. No puede dejar de llorar. Quisiera arrancarse a Cielo de su corazón pero no puede. Le duele el alma, el cuerpo. Llora amargamente.



Mientras, Cielo ya es una mujer casada. Baila con su esposo. Es una novia triste y Camilo siente culpa porque cree que es por lo que supuestamente le hizo y se hace la promesa que dedicará su vida a hacer feliz a esa mujer. Cielo quisiera olvidar a Luis en brazos del que ya es su esposo pero sabe que no lo va a lograr. Después de haber vibrado y disfrutado con Luis sabe que no podrá volver a aceptar a ningún hombre en su cama y no sabe qué clase de vida le espera a partir de ahora.

Capitulo 25



Año 2012

Luis llega a comisaria. En la puerta lo espera Adrián que llora.

--¿qué ha pasado?¿porqué me has llamado? No te he entendido nada.

--he denunciado a mi tía, ella quiso matar a mi madre. ¡Rosa no me lo va a perdonar pero tenía que hacerlo¡

Luis está muy impresionado, trata de calmar al chico pero desea saber lo que pasó. Adrián se abraza a Luis.

--no sé porque pero mi padre nunca me quiso y mi madre está como muerta… ¡no puedo más¡

Luis consuela al chico muy paternalmente.



Ana en su declaración confiesa su delito. Ya no lo puede ocultar más porque la enfermera lo ha dicho todo. Ana llora.

--la culpa de todo es de Luis. Era mi novio, ese día mi tía me confesó que estaba enamorada de él, que tuvo un romance con él. Me puse como loca y no lo pensé… ella me miraba, me decía que estaba arrepentida de no haber luchado por él, de no haberle dado una oportunidad…

Ana llora, es una mujer amargada, destruida.

--Yo siempre he amado a Luis y lo que quería era desfigurarla. Agarré un candelabro y le di en toda la cara …


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Año 1994


Cielo se viste de novia. Es una novia triste. Luis se viste junto a su hermano. Los dos muy elegantes.

--gracias por invitarme.

Luis es muy cariñoso con su hermano.

--me alegro que estés conmigo.

Sergio nota la tristeza de su hermano

--¿te ocurre algo?

Luis fuerza una sonrisa.

--nada, que esta tarde trabajo y aún así Ana se ha empeñado en que la acompañe al bodorrio ese.

Y Luis tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano para que no se note que está herido, que su corazón está sangrando porque su amada se casa con otro. Sergio se muestra contento.

--espero que la amiga de Ana con la que me has juntado sea tan guarra como tu novia y me la pueda tirar –dice pícaro.

Luis lo mira con complicidad y cariño. Lo ayuda a hacerse el nudo de la corbata.

--estás muy guapo, Paula te va a violar.

Sergio sonríe con cara de travieso:

--eso espero.

Los dos hermanos se abrazan. Luis le mete dos condones en el bolsillo del pantalón. Le guiña el ojo.

--tú no estás mal tampoco, vas a seducir a todas las de la fiesta –Sergio burlón.

Luis lo golpea con cariño:

--venga que nos tenemos que ir.

Salen los dos juntos. Muy guapos y haciéndose bromas. Luis quiere hacer un esfuerzo para que no se le note lo triste que está. Es Luis quien maneja el auto. Sergio a su lado. Llegan a la casa de Cielo donde los esperan sus chicas. Cielo sale del portal deslumbrante. Luis la mira. La mirada del chico la atraviesa y se derrite, Luis desea secuestrarla, llevársela lejos y Cielo desea que lo haga




Cielo saliendo de su edificio. De blanco aunque sencilla y sin velo. Está tratando de sonreír pero está seria. Luis en el auto. Muy guapo y elegante de traje y corbata. Se miren y se gustan aún más. Se derriten. El amor que siente uno atrapa al otro. Quedan encarcelados uno en la mirada del otro. Por un instante sienten que están solos en el mundo. Es un momento mágico para ambos. En seguida Ana se acerca a Luis. Se abraza a él. Se hacen algunas fotos. Luis fuerza una sonrisa. Junto a Cielo está Esperanza, la hermana de Cielo y madre de Ana. La chica se acerca a ellas porque las ve discutir. Le sorprende no ver a su padre que es quien debería llevar a Cielo al altar. Esperanza se nota alterada, no así Cielo que le encantaría encontrar excusa para suspender la boda una vez más sin que Luis pueda darse cuenta de cuál es el verdadero motivo. Cielo mira a Luis de reojo. Luis sonríe a su amada y ésta se sonroja. Gira la cabeza. De pronto Luis se da cuenta que tanto su novia como la madre de ésta lo están mirando fijamente. Luis siente que el corazón se le va a salir por la garganta.

--¿será que Cielo ha confesado la verdad? –piensa.

Ana hace gestos a su novio para que se acerque a ellos pero no se ve enfadada así que eso le sorprende a Luis que va a la expectativa. Cielo no lo puede mirar a los ojos directamente porque los escalofríos recorren todo su cuerpo. Luis y Cielo se miran. Cielo de reojo, tiembla. Es mucho lo que sienten el uno hacia el otro. Luis no llega a acercarse a ella. Siente tantas cosas por cielo, la ama tanto. Está tan ansioso que son sus propios nervios lo que le impiden acercarse. Ana es la que se acerca a su novio.

--mi tía necesita que le hagas un favor.

Luis tose, traga saliva.

--¿cómo?

Cielo y él se miran y vibran recordando su unión de placer hace un día en la playa. Ana está muy pendiente de la reacción de ellos dos pero no dice nada. Cielo está muy sofocada. Es Esperanza la que explica que su esposo amaneció enfermo y Cielo no tiene a nadie quien la lleve al altar.

--puedo ir sola –dice Cielo nerviosa.

Ana, que está segura que esto lastima a Luis, empuja a su novio hacia su tía.

--Mi novio será el padrino ¿verdad?

A Luis no le sale la voz, está muy impactado. Sí le apetece estar a solas pero no soportaría tener que entregar a otro hombre a la mujer que ama y más cuando ya ha sido suya. Cielo no quiere que se le note que le pasa algo con Luis así que se muestra indiferente. Luis no puede hablar. Señala el coche apoyado en el cual están Sergio y Paula diciendo que él tiene que llevar a su hermano. Ana mete su mano en el bolsillo del pantalón de su novio.

--¿y las llaves del coche?

Luis está reaccionando de una manera tímida porque la situación les intimida.

--puestas.

--perfecto, yo llevo a tu hermano y tú a mi tía –Ana.

Ana, que está muy pendiente de todas las miradas de Luis y Cielo, da un pequeño empujón a su chico para ponerlo delante de Cielo. Luis admira a la novia enamorado. Cielo no es capaz de mirar al chico directamente porque es demasiado guapo y le gusta mucho.

--bueno, decidido. Luis te llevará al altar.

Cielo mira a Luis y le suplica con la mirada que diga no. Luis sólo piensa en estar a solas con su amada. Le duele la cara de enfadada de Cielo cuando dice:

--a mí me da igual ir sola o acompañada por el niño este.

Luis no se echa atrás.

--No te dejaré sola.

Cielo no dice nada. No lo mira. Está temblando. Se monta sola en el auto. Luis va por el otro lado. Cielo se queda pegada a la ventanilla lo más apartada que puede de Luis. No lo mira. Luis se va acercando a ella suspirando enamorado mientras el chofer va avanzando hacia la iglesia. Luis sabe que tampoco tiene todo el tiempo del mundo y Cielo no lo quiere ni mirar. Luis trata de encontrar las palabras adecuadas para acercarse a su amada. Se va pegando a ella. Cielo lo mira con mala cara, pone la mano estirada entre ambos para que el chico no se pueda acercar más.

--ni se te ocurra moverte –muy seria.

Luis sonríe:

--bueno almenos te dignas a dirigirme la palabra.

Luis se muestra muy dulce pero Cielo furiosa.

--¿a qué estás jugando?

--yo no juego a nada la que se acuesta conmigo y ahora se va a casar con otro eres tú –dice él con desesperación.

Cielo siente vergüenza por el chofer que ha abierto la boca y los ojos como platos y sonríe con cara de degenerado. Cielo empieza a dar golpes a Luis.

--¡Eres una basura, un depravado, un niñato que no puede hacer feliz a nadie¡

--a ti te hice en la playa mientras te hacía el amor –dice él con orgullo.

Cielo trata de empujar a Luis hacia el fondo del auto para apartarlo de ella. Cielo es brusca.

--¡claro que no, yo estaba borracha y por eso te pudiste aprovechar de mi. Para las niñas puedes ser lo máximo pero para una mujer como yo no eres nada, has sido el peor amante que he tenido en toda mi vida y han sido muchos. Nunca había encontrado a nadie tan patoso como tú¡

A Luis le molesta la carcajada del chofer y lo mira con odio. El hombre disimula y sigue manejando.

--yo no pretendo ser tu mejor amante, yo quiero ser el hombre que te ame. Sé que te puedo hacer feliz si tú me dejas.

Luis habla con una voz muy dulce que derrite a la mujer y como no puede rechazarlo, de nuevo le da la espalda. Luis la abraza y la siente temblar.

--dame una oportunidad –le suplica.

Cielo está llorando y no lo mira para que él no se dé cuenta.

--Me voy a casar, olvídate de mi.

Pero Luis no puede olvidarla y tampoco lo quiere. Se aferra a ella y con desesperación le dice:

--¡no te cases, no tenemos porque llegar a la iglesia¡ ¡¡FUGUEMONOS¡

A Cielo le sorprende la propuesta de él y lo mira. Le emocionan sus ojos de enamorado.

--estás loco.

Ya no está enfadada. Se ve dulce y él la acaricia.

--te amo –susurra él.

Ninguno de los dos puede resistirse por más tiempo estar tan cerca y tan lejos a la vez. Sus labios se están llamando y se funden en un apasionado beso de amor.

Capitulo 24



Año 2012

Adrián va a buscar a Rosa. Le quiere dar una sorpresa y entra por la parte de atrás de la casa. Reconoce a la mujer que está hablando con Ana, es la enfermera que cuida a su madre. Ana le está dando un sobre con dinero. Adrián se sorprende y a escondidas escucha lo que están hablando.

--¡ya no te voy a dar más dinero¡ --Ana.

--me darás todo el dinero que yo quiera. Sino les diré a todos que usted quiso matar a su tía, que su tía está así porque usted intentó matarla.

Ana la mira con odio. Adrián no da crédito a lo que oye.


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Año 1994

Luis y Cielo se quedan mirando el uno frente al otro a la expectativa. No saben cómo deben actuar y ambos desean que sea el otro quien dé el primer paso. Cielo no confía en Luis. Está segura que él solo quiere divertirse con ella. Para Cielo es muy humillante creer que sólo es un trofeo para ese jovencito pero no piensa dejar que la vea abatida así que se muestra arrisca, a la defensiva. Después de hacer el amor con ella, a Luis le hubiera gustado ver un cambio de actitud en la mujer que ama. Le duele que sea tan brusca cuando esa madrugada lo ha hecho el hombre más feliz del mundo.

--¿qué quieres? ¡No tienes nada que hacer aquí¡

Aunque no es un chico introvertido, esa Cielo agresiva lo intimida.

--creo que después de lo que pasó anoche tú y yo tenemos que hablar –dice tímidamente.

Luis se muestra algo triste, ansioso. No es el Luis triunfador que ella quiere ver pero Cielo está segura que Luis no tiene nada que ofrecerle, que lo único que hace es arruinar su vida y por eso lo quiere alejar de ella. Lo bofetea y dos veces. Después le da un pequeño empujón. Lo aparta de la puerta. Los dos se quedan en el rellano y Cielo cierra la puerta. Le da horror que Camilo pueda descubrir lo que ha pasado entre ella y el novio de su sobrina. Luis se ha quedado impactado, con las manos en las mejillas. No esperaba que la mujer lo recibiera así. Aturdido y con las dos manos en cada una de las mejillas dice:

--¿porqué me pegas? Lo que hicimos anoche los dos lo quisimos.

Aunque lo disfrutó, Cielo teme las consecuencias de sus actos y más cuando está segura que Luis no va a responder. Por eso lo ataca.

--¡entre tú y yo anoche ni nunca pasó nada¡ ¡¡no sé qué mentiras vas a inventar pero mi prometido está en la casa y te puedes meter en un lío¡

--si quieres yo hablo con él, no te voy a dejar sola –dice Luis amoroso que cree que su amada tiene miedo a romper con su novio y por eso lo rechaza.

Y segura de que lo que Luis quiere es exhibir su triunfo no lo piensa permitir.

--¡mira niñito –habla con desprecio y eso lastima al chico—yo anoche bebí demasiado pero no creo haber hecho nada que le tenga que contar a Camilo, en una despedida de soltera son normales estas cosas¡

Luis la mira boquiabierto, no esperaba que Cielo lo negara de esa manera.

--No creo que a Camilo le dé igual que te hayas acostado con otro –dice Luis tímido.

Como no tiene cómo defenderse, Cielo lo ataca. Lo agarra del cuello de la camiseta y lo zarandea con rabia.

--¡entre tú y yo no pasó nada. Lo que pasara fue porque estaba borracha y te aprovechaste de mi¡

--Eso no es justo. No estabas borracha. No puedes decir que no te acuerdas de lo que pasó, yo sé que lo gozaste.
La tristeza de Luis conmueve a la mujer pero está convencida que todo no es más que una careta para burlarse de ella. Muy tierno aunque con tristeza, Luis quiere acariciar los cabellos de la mujer. Cielo no permite que acerque la mano. Se la golpea y le dice con rabia.

--¡me violaste, ahora ten la decencia de dejarme en paz¡ ¡¡No pretendas arruinar mi boda después de lo que me hiciste¡

Luis se lleva las manos a la cabeza con desesperación. Le duele la acusación de la mujer pero tiene la conciencia bien tranquila y lo que más daño le hace es que su amada no lo tome en serio, que haya jugado con él, que piense en casarse.

--sabes perfectamente que tú querías, que hicimos el amor y lo deseabas tanto como yo.

Hay tristeza y miedo en los ojos de él pero Cielo no se puede permitir que su noviazgo termine por un desliz con el novio de su sobrina.

--¡si pasó algo yo ya no me acuerdo así que largo y no me busques más¡

Dolido y alterado, Luis reclama:

--¿¡qué fue un experimento?¿tu juguete en tu despedida de soltera?

Y Cielo que quiere herirlo antes que él la pueda herir a ella le dice:

--cree lo que quieras.

Habla con desprecio y a él le duele. Cielo se quiere dar la vuelta pero Luis no se lo permite.

--¡no te puedes casar con otro cuando te acostaste conmigo¡ --desesperado.

Cielo está nerviosa. Le da un empujón.

--¡déjame en paz¡

Ella se comporta de una manera muy agresiva. Y Luis acaba perdiendo los nervios.

--¡si te casas diré a todos que fuiste mía¡

Y con esta actitud, fruto de la desesperación de Luis, Cielo cree tener la prueba que quería para demostrarse así misma que Luis no es de fiar y que lo único que le preocupa es que todos se enteren de lo que ha pasado entre ellos. Así que ella lo trata de desprecio. No quiere que él se dé el gusto, quiere que crea que no le importa lo que pasó aunque haya sido lo más bonito que le ha pasado en la vida. No quiere reconocer que para Luis no fue una noche más.

--te acusaré de violación –dice ella con odio.

Luis no se deja vencer. Está, además, muy seguro de sí mismo:

--nadie te va a creer.

Cielo se ríe fingidamente pero de una manera frívola. Se muestra distante para que él no se dé cuenta que está derretida, que se muere por besarlo y que la haga gozar nuevamente como nunca antes había gozado.

--eres solo un niño prepotente jugando a ser mayor –despreciativa—nadie va a creer que una mujer madura como yo haya querido algo con alguien como tú.

--porque no? –herido.

Ella se burla de él, aunque es todo fingido:

--porqué no tienes nada que ofrecer a una mujer de verdad. Quédate con las niñas y deja en paz a las mujeres con las que no puedes hacer nada.

--¡eso no es verdad –dice ofendido—sé que estuve a la altura¡

Cielo (siempre fingido) se ríe de él porque está segura que sólo le importa su orgullo de macho y quiere herirlo:

--has la prueba, nadie te va a creer. Eres un niño y Camilo sí es un hombre de verdad.

Y aunque está muerta de deseo y de miedo que él hable y todo su mundo se derrumbe, Cielo mantiene la calma. Esa calma que tanto molesta a Luis porque Cielo le está haciendo sentir un mero objeto sexual y eso es algo que le duele mucho, especialmente viniendo de la única mujer en la que ha puesto el corazón. Los dos se miran desafiantes. Luis está tan herido que no dice nada. La mira con rabia y se va. Cielo se derrumba. Toda la calma de la que ha hecho gala desaparece y llora. Luis camina desesperado y furioso. Da patadas y puñetazos a los árboles, a la pared. No piensa quedarse con esa rabia. Necesita llorar pero no se lo permite.

--¡si ella no quiere saber nada de mí yo tampoco¡

Unas lágrimas empiezan a deslizar por sus mejillas. Se acerca a una cabina y marca a Ana:

--¡te espero en el garaje ya¡

Quiere acostarse con la sobrina después de haberlo hecho con la tía y quiere que Cielo lo sepa. Es la mejor manera que se le ocurre de devolver a Cielo el daño que le ha hecho, Quiere herir a Cielo y esa es su manera de venganza. Cielo llora tras las cortinas. Ha visto a Luis entrar en el garaje de su padre.

--¡No, no puede ser. Sería una bestia si ahora se acostase con una chica¡

Le horroriza la idea que Luis sea tan frívolo para acostarse primero con la tía y luego con la sobrina.

--No, él no es capaz.

Dos fuerzas contrapuestas luchan dentro de ella. Una le dice que Luis siente cosas por ella y la otra le dice que Luis es sólo una máquina de sexo, que vive por y para el sexo. Cielo se horroriza al ver entrar a su sobrina al garaje. Se muere de dolor al imaginársela haciendo el amor con Luis.

--¡tonta, tonta, tonta¡ --se reclama así misma.

Le da rabia que le duela. Se siente una víctima de Luis pero está decidida a sacárselo de la cabeza. Está tranquila porque tiene a su lado a Camilo y no tiene que acostarse con él. Siente mucha rabia y quiere lastimar a Luis haciéndole creer que no fue importante para ella pero después de vibrar en brazos de Luis como nunca lo había hecho lo que menos quiere es estar con otro.

Un vengativo Luis, mientras, fornica salvajemente con Ana. Su alma está con Cielo y llora por dentro porque no está con ella.

Capitulo 23




Año 2012

Luis va en su auto hacia el hospital. Camilo va a su trabajo. Se encuentran los dos parados en el semáforo. Luis piensa que tal vez el hombre pueda ayudarlo con Ana.

--¿vas a ver a Cielo al hospital?

Camilo no entiende la pregunta.

--¡a ti qué te importa¡

Luis se enfrente a Camilo.

--¡tú nunca la quisiste¡

--tú que sabes.

Camilo no quiere discutir pero Luis le tiene demasiado rencor.

-- sino ahora no la olvidarías¡

--¡Cielo está muerta pero en todo caso hace mucho que nos divorciamos¡

--¡Cielo no está muerta¡ ¡¡se va a recuperar¡ --Luis rabioso.

Camilo se burla de él.

--¿¡tú estás enamorado de Cielo?¡ ¡¡siempre me pareció que nos seguías pero Cielo me decía que no, que no pasaba nada¡

--¿¡porqué no estás a su lado? ¡¡sí la amo, yo sí estaría a su lado¡

Camilo se le ríe.

--Cielo nunca se hubiera fijado en un niño como tú, estás loco. Sólo un loco vive obsesionado por una mujer que casi no sabía que existía.

Luis no puede contestar porque Camilo se va en su auto. Luis golpea el volante con rabia. Los coches tocan el claxon. Luis se pelea con todo el mundo.


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Año 1994



Ya ha amanecido, Luis ha pasado la noche en la playa. Solo, desnudo. Se ha quedado dormido con una dulce sonrisa en los labios. Tiene un desnudo espectacular que hace la delicia de un hombre muy afeminado que vive cerca. Le da tiempo de ir a casa a buscar una cámara de fotos para inmortalizar el bello espectáculo. El tipo se quiere llevar la ropa de Luis para que el chico no puede vestirse y así, escondido, pueda seguir tomando fotos a esa belleza impresionante. Tiene los calzoncillos en la mano. Los huele, jadea excitado. El deseo del tipo despierta a Luis. El hombre corriendo se va con los calzoncillos de ese Dios de la belleza. Luis despierta aún aturdido. Le da tiempo de ver como un hombre corre con sus calzoncillos en la mano. Desnudo y todo lo persigue un rato.

--¡Maricón, como te pille te corto los huevos, cabrón hijo de puta¡

No se quiere alejar mucho de su ropa para evitar que le roben algo más. No sabe qué hora es pero ya ve que es de día y como está desnudo no quiere que nadie más disfrute del espectáculo que es su cuerpazo desnudo. Está rabioso por el incidente pero el recuerdo de Cielo lo enciende. Por unos segundos piensa que todo no ha sido más que un sueño. Se pone los jeans. Sonríe travieso.

--No, no lo ha sido.

Tiene el recuerdo muy claro de su cuerpo poseyendo el de su amada Cielo. Le duele que lo haya dejado solo, tirado. Sin camiseta, se sienta en la arena. No se ha abrochado los jeans.

--¿Dónde estás mi amor?¿porqué no te has quedado conmigo?

No sabe si debe ir a buscarla o esperar que sea ella la que dé el siguiente paso pero han hecho el amor, ahora su relación tiene que cambiar. Se queda tumbado en la arena con los brazos bajo la nuca haciéndole de almohada y con una sonrisa de felicidad que no puede con ella. Ha hecho el amor por primera vez y eso lo tiene muy contento.



Mientras, Cielo da vueltas en su casa. Lleva la ropa del día anterior. No hace más que mirar por la ventana. No lo quiere aceptar pero está esperando a Luis.

--¡no va a venir, no lo vas a volver a ver. Ya has caído en sus redes, ya le has dado lo único que quería¡

Unas lágrimas deslizan por sus mejillas porque para ella Luis es más importante de lo que quiere aceptar y está segura que para él ella no es más que un trofeo y que ahora que ya lo ha conseguido pues perderá el interés en ella. Se mira al espejo. Nunca ha sido tan feliz como esa noche.

--Luis no es un hombre que quiera un compromiso. Es que por su juventud ni se quiera se puede considerar un verdadero hombre –dice con tristeza.

Cielo está convencida que Luis sólo busca una aventura y no es lo que ella quiere. Luis no le puede dar la estabilidad que necesita.

--¡tonta, tonta¡ --se reclama a sí misma.

Le da mucha rabia haber caído en brazos de un seductor como Luis.

--¡se cree que es un regalo para todas las mujeres y yo de burra he hecho que se lo crea aún más¡

Siente culpa de lo que ha pasado pero no puede evitar recordar esa noche con dulzura. Ha sido feliz pero está segura que esa felicidad le va a costar muy cara, que Luis se va a burlar de ella, que la va a hacer sufrir. No imagina lo importante que es ella para Luis y que la sigue esperando en la playa semidesnudo.
Cielo es una mujer madura que está a un paso del altar y que ha cometido un desliz con un chico que podía ser su hijo. Si esa situación no fuera lo suficientemente complicada es el novio de su sobrina. Está sofocada. No quiere pensar en Luis pero no puede dejar de hacerlo.



Cielo está dolida porque el chico no la ha ido a buscar.

--pero claro, yo he sido una de tantas. Debe estar con sus amigos jactándose porque otra tonto ha pasado por él.

Pensar eso es algo que la lastima mucho. Se desnuda y se mete en la ducha. Quiere sacarse el aroma de Luis de su piel. Le da rabia pensar que no es importante para Luis, que sólo ha sido una gesta más que contar a los amigos, que la única mujer que le había dicho que no al fin ha caído en sus brazos. Son muchas las emociones que están dentro de ella. Rompe a llorar amargamente. En ese momento llega Camilo a la casa. Se tambalea bastante. Tiene cara de perjudicado. Se asusta al ver a su prometida llorando. Se acerca a ella.

--¿qué te ocurre?

Cielo se tapa con la cortina.

--¡¿cómo entras así? ¡vete¡

Camilo no entiende lo que le pasa a Cielo que se muestra furiosa.

--¡vete, fuera¡

Camilo ve odio y dolor en los ojos de la mujer. Trata de acariciarla pero ella lo rechaza con asco. No soporta que otro hombre la toque después de haber estado con Luis. Ni siquiera permite que la vea desnuda. Camilo está aturdido.

--¿qué paso anoche? Bebí mucho. ¿es que te hice algo malo? No me acuerdo de nada.

Cielo lo que quiere es sacárselo de encima y sin pensar en nada dice:

--¡me violaste¡

Camilo se queda en shock. Está muy impactado por las palabras de su novia. Cielo no sabe bien lo que pretende pero sigue adelante con la mentira.

--¡tú sabes lo importante que era para mi no hacer el amor contigo hasta la boda, ha sido duro aguantar pero quería que nuestra noche de boda fuera especial. Sé que no eras tú, que estabas borracho pero me forzaste y eso me dolió mucho¡

Camilo llora. Pide perdón de rodillas. A Cielo le duele lastimarlo pero no quiere volver a acostarse con él pero tampoco quiere dejarlo. Cree que Luis se ha burlado de ella y que sólo casándose pues se sentirá menos humillada, que siempre puede decirle que no se acuerda de lo que pasó. Se muestra fría. Se cubre con una toalla. Pone la mano en la cabeza de su novio, que está de rodillas, y le dice seria:

--te perdono, estoy dispuesta a casarme contigo porque te amo pero me va a costar mucho mucho olvidar el trauma. No sé cuánto tiempo pase antes que podamos hacer el amor.

Camilo está tan abatido, se siente tan culpable, siente que está en deuda con ella y está dispuesto a hacer lo que sea. Cielo se siente herida y Camilo nunca sospecharía la verdad. Lo deja solo y arrodillado.



Después de su jornada de trabajo, Luis se presenta en casa de Cielo. Abre la puerta ella. Siente una centrifugadora dentro de sí. Lleva toda la mañana esperando al muchacho pero está segura que él se ha burlado de ella. Lo mira con reproche porque le hubiera gustado que viniera antes. Luis ama a esa mujer pero no sabe a qué atenerse con ella.



2012

Camilo amargado mirando las fotos de su boda con Cielo:

--Nunca superaste el trauma, ¡cuántos años tuve que sacrificarme¡, nunca volvimos a hacer el amor… tantos años a tu sombra hasta que ya me cansé… te hice mal pero ya me castigaste. Un divorcio sin consumar nuestro matrimonio…

Capitulo 22



Año 2012

Luis llega al hospital y Ana como siempre le barra el paso.

--¿porqué has vuelto? Vete, me estás hartando.

--Me cansé de darte explicaciones. Mi pasado es el que es y no se puede cambiar.

--¡eres un cínico¡ ¡no sé cómo tienes cara de venir. Si no quieres dar explicaciones es fácil… ¡no vengas¡

Justo se lleva las manos a la cabeza. Está desesperado. Tiene ganas de hacer un escándalo, de entrar a la fuerza pero no quiere dar excusas para que Ana pueda lograr que le prohíban la entrada oficialmente.


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año 1993 diciembre



Luis y Cielo están haciendo sus compras de navidad. Se encuentran cara a cara. Desde el día del beso no se veían cara a cara. Los dos tiemblan, se desean pero Luis no soporta que viva con Camilo y dice muy hiriente:

--¿comprando regalos para tu amante? Si tus pobres padres levantaran la cabeza se volverían a morir.

Ese comentario la lástima, le duele volver a ver a ese Luis insensible del que no se quiere enamorar.

--¡nos casamos el 7 de mayo¡ --dice.

Luis la mira desafiante:

--eso lo veremos, no es la primera vez que se suspende.

Se miran con amor y rencor. Una rabia que les duele a los dos. Cielo está muy enfadada para que él no note que en realidad no tiene ganas de casarse, que lo ha ido atrasando lo que ha podido, que cuanto más se acerca la fecha menos ganas tiene, que lo único que quiere es alejarlo de ella. Se hace la ofendida.

--¡yo estaba deseando casarme y sabes que fue una tragedia pero claro no eres más que un niño tonto que no sabe nada de la vida, que sólo piensa en el sexo, que no te importa nada más¡

Cielo prefiere pensar que Luis no tiene sentimientos porque así le es más fácil alejarse de él. A Luis le da mucha rabia la manera en la que ella lo trata, la agarra de los dos brazos. La zarandea. Ella tiembla pero él está demasiado ofuscado como para darse cuenta.

--¿¡sabe tu noviecito que me besaste?¡

Cielo siente sentimientos contradictorios. Para ella también fue su mejor beso pero está convencida que Luis sólo juega con ella. Y eso la enfurece:

--¡tú me besaste, tú te aprovechaste de mi¡

--tú respondiste, te morías porque te besara –dice con orgullo.

A Cielo le molesta mucho esa aptitud de Luis sintiéndose un premio para todas las mujeres aunque han sido ellas las que le han hecho creer eso.

--¡tú estás saliendo con mi sobrina, Camilo entenderá que me forzaste¡¡ ¡nadie va a creer que tenga nada en serio con un niñato como tú que juega a ser muy hombre pero sólo es un niño¡ ¡puedes engañar a bobas como mi sobrina pero no a una mujer como yo¡ ¡¡si hablas me harás un favor porque así Ana se dará cuenta que juegas con ella y te mandará al diablo¡ --dice ella dando un pequeño empujón al guapo chico para apartarse de él.

Luis se lleva las manos a la cabeza. Esa mujer lo enloquece. No sabe qué hacer para conseguirla ni tampoco puede arrancarla de su alma.

--¡Es Ana la que se mete en mi cama, yo sólo quiero estar contigo¡

Cielo siente rabia por su sobrina y a la vez se muere de los celos. Da un bofetón al chico con ganas:

--¡eres un imbécil¡

Luis se lleva la mano a la mejilla golpeada, la mira con el corazón y sin pensarlo dice:

--te amo.

Son unas palabras que Cielo no se esperaba, que se le clavan en el alma. Por un momento se queda en shock y él la mira en silencio, muy enamorado, esperando una reacción de ella. Cielo está convencida que Luis sólo quiere llevarla a la cama y que ese no es más que uno de los muchos trucos que usa para engañar a incautas como su sobrina. Está convencida que para él no es más que un trofeo y no está dispuesta a que lo consiga aunque para ella tenga que pasar por encima de sus sentimientos.

--¡no te creo¡

Cielo lo trata con desprecio y se va corriendo. Huye de él porque sabe que si sigue mucho rato frente a frente a ese chico que la mira con un amor infinito no va a resistirlo y se va a lanzar a sus brazos. Está muy sofocada. Quiere odiarlo pero lo lleva muy a dentro, lo desea ardientemente. Cielo huye de Luis que se queda desesperado. Se refugia en Ana a la que lleva al garaje. Él sólo quiere metérsela para desahogarse pero ella lo que quiere es besarlo. Luis deja que lo bese en el cuello, que le muerda las orejas pero jamás que llegue a los labios, es ya territorio vedado para cualquiera que no sea Cielo. No quiere que nadie borre el sabor de los labios de su amada.

--ya no me besas, hace meses que no me besas –se queja.

--claro que sí –jadea mientras devora los senos desnudos de ella.

--bésame –suplica ella.

--ahora no –gime Luis chupando los pezones de la joven.

La hace gemir pero Ana sabe que algo no va bien.

--¿porqué no me besas?

Luis se aparta de ella con la camisa abierta, sofocado. Se empieza a desnudar.

--¡¡te chingo como nadie¡ ¡¡nadie te ha chingado como yo en tu puta vida¡¿qué más quieres?

Es algo frío y eso le duele a ella. Le pediría amor pero tiene miedo a que él la deje además Luis se ha quedado completamente desnudo y ella no se puede resistir. Mientras Cielo llora en la ventana sabiendo que Luis se está acostando con su sobrina.



Mayo 1994…
Cielo y Camilo celebran, por separado, su despedida de solteros. Luis es uno de los invitados. No ve a Cielo y se aburre. Al amanecer se juntan los dos grupos. Luis se muere de rabia al ver a los novios besándose y se aleja para que nadie lo vea llorar. Camilo ha bebido de más pero Cielo no ha tomado nada y controla las cosas. Camilo está más cariñoso de lo normal, se quedan los novios solos. Camilo lleva meses sin sexo y trata de meter a Cielo en un portal para chingársela. Trata de forzarla. Cielo le da un empujón, lo tira al suelo y se va llorando. Lo deja ahí tirado muy borracho. Cielo se refugia en la playa. Llora. Luis está sentado en la arena, frente al mar. Se sobresalta al escuchar que llega alguien. Al ver que es Cielo y que llora, corre hacia ella. A Cielo le emociona ver al chico, verlo triste. Corre hacia él. Se encuentran, se abrazan. Se desean. Luis quiere besarla pero ella le aparta el rostro aunque él la siente vibrar.

--déjame –suplica.

Pero Luis siente el deseo de ella y no piensa perder esa oportunidad.

--¿porque no me dejas intentarlo, demostrarte que puede hacerte feliz?–dice desesperado.

--porque sólo quieres sexo y a mi no me interesa –le reclama.

--¡puedo cambiar por ti¡ --desesperado.

--eres el novio de…

Luis la calla con un beso y ella lo bofetea. Luis la mira triste, se aparta de ella. Se le escapa una lágrima. Cielo lo desea y lleva demasiado tiempo frustrándose. Para sorpresa de él se le tira encima. Lo besa. Lo devora, casi lo viola. Le tiene demasiadas ganas. Luis es demasiado guapo y ella lleva demasiado tiempo sin hacer el amor. Luis se deja desnudar. De entrada no responde porque está demasiado sorprendido pero acaba dejándose llevar por su cuerpo. Cielo y Luis se encuentran los dos desnudos en brazos del otro, gozando como nunca sacándose las ganas tan reprimidas por años. Hacen el amor con pasión en la arena mientras las olas lo cubren.