Capitulo 10

Año 2012

En el hospital, Ana y Luis se acercan el uno al otro. Él con paso decidido. Se muestra amable, para él Ana no es nadie importante, es la sobrina de la mujer que ama. Él sí ha olvidado el pasado. Aunque está triste procura mostrarse simpático con Ana para tratar de conmoverla y que ese día sí la pueda ver a Cielo. Ana lo mira burlona. Está muy excitada y le cuesta disimularlo pero a la vez lo odia tanto que le es fácil atacarlo.

--Vale que no pierdas las esperanzas que mi pobre tía salga del coma pero pierde las esperanzas de verla ¡nunca la verás con vida¡ Mi tía es tan mayor, no durará mucho.

Ana saca el tema de la diferencia de edad porque no entiende qué le ve Luis a una mujer que puede ser su madre. También quiere hacerle daño atormentándolo con la posible muerte de la mujer. Luis está muy lastimado. A la suerte de su amada se le une el hecho que Ana no deja de atacarlo. A Luis le duele el odio de Ana. El pasado está olvidado para él y sólo piensa en ver a Cielo. Ana no significó ni significa nada en su vida. Ana lo sabe y por eso le da rabia que el chico piense en su tía.

--¡no la vas a ver¡ ¡¡nunca y si de verdad la amas y te duele pues me alegro¡ ¡¡te lo mereces¡ --le escupe con rabia.

--¿porqué me odias tanto?¿qué te hice? –pregunta dolido.

Ana lo bofetea con odio.

--¿y aún me lo preguntas? ¿con cuantas mujeres te has acostado?¡¿con cuántas?

Luis resopla. No sabe qué contestar. Ni lo sabe ni le interesa para él el pasado está olvidado aunque Ana se empeñe en recordarlo.


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Año 1991

Cielo se acerca a la ventana. Siempre se dice que no debe hacerlo, siempre se quiere engañar a sí misma. Hacerse creer que no es a Luis a quien busca. Es como una puñalada verlo entrar con su sobrina en ese local en el que se ha acostado con tantas mujeres. Ana entra rápido. Le da miedo que su tía la vaya a ver. Luis mira hacia la ventana desafiante. Es sólo un momento porque no quiere que Ana se vaya a dar cuenta que está pendiente de la tía y se estropee su plan. Quiere estar sentado en la mesa junto a Cielo. La mujer siente la mirada de Luis, la penetra. Siente un gran dolor al saber que su sobrina está en brazos de ese joven. Tiene deseos de bajar, de hacer un escándalo. Se quiere auto-convencer que es para proteger a su sobrina cuando en realidad es porque se muere de celos.

Es un polvo rápido. Luis siente un enorme placer al estar acostándose con la sobrina de Cielo sabiendo que la tía lo ha visto entrar. Ana se viste rápido. Luis se queda desnudo. Es hermoso y siempre se ha quejado que fuera él quien la dejara después de hacer el amor pero tiene un examen muy importante al día siguiente. No puede quedarse más aunque le sabe mal dejar al chico.

--¿no querías sólo esto verdad? –dice ella preocupada.

Luis la sonríe seductor:

--la que te vas eres tú.

--No me puedo quedar, ¿cuándo nos vemos?

--Cuando tú quieras, me gustaría conocer a tus padres. Creo que ya toca ¿no?

Ana no se esperaba eso.

--¿Hablas en serio?

Luis se levanta. Está totalmente desnudo y Ana se muere por él. Lo abraza.

--Soy tu novio, quiero ejercer de tal. ¿o es que te avergüenzas de mi?

Ana besa a ese chico. Siente que está viviendo un sueño.



Ese fin de semana, Cielo se ve con su novio. Están los dos en la cama con él. Al principio los jadeos de ella son suaves pero después se vuelve loca. Camilo se siente orgulloso del placer que está dando a su novia. No imagina que Cielo piensa en Luis cuando hace el amor con él. A Cielo no le gusta que el joven tenga razón pero pensando en Luis es de la única manera que disfruta en la cama.

Es un domingo, hora de la comida. Ana recibe a su novio. Está feliz de presentar a Luis a su familia. La chica está entusiasmada. Luis va buscando a Cielo con la mirada. La reconoce por la espalda. Ella no lo ve. Él está vibrando.

--Que bien que has podido venir…

--Sí bueno es que ya es la última semana. No trabajo tanto.

Ana está feliz. Abraza a su novio.

--papá, mamá… Os presento a mi novio.

El chico es recibido con cariño. Cielo está con Camilo. Cielo se gira. No esperaba que finalmente Luis se atreviera a presentarse ante la familia con Ana. A Cielo le cuesta mucho mostrarse indiferente pero lo hace.

--Hola, qué tal? –dice Cielo.

Luis la saluda con un beso en la mejilla y ella vibra por dentro. Luis la mira desafiante. Quiere pensar que no es indiferente a Cielo, que está sufriendo pero ya que Cielo no demuestra sus sentimientos él no quiere que se le note. Está toda la familia de la novia. Camilo y Luis encajan sus manos. Camilo se muestra amable con el chico, Luis fuerza una sonrisa. Odia a ese hombre, es su rival. Siente que por él no tiene el amor de la mujer que ama. Cielo no soporta la situación. No soporta ver a su novio junto a Luis y no lo piensa. Abraza a Camilo y dice:

--¡Tengo algo que anunciarles¡ ¡¡Camilo y yo vamos a casarnos¡

Todos celebran la noticia menos Camilo y Luis al que la noticia les ha tomado de sorpresa. Camilo no contradice a su novia pero casi le ha dado un infarto. Luis mira a Cielo con un gran dolor. Ana está feliz y pendiente de cómo se miran su tía y su novio, quiere estar segura que no pasa nada entre ellos. Ana besa a Luis para marcar su terreno, Cielo está abrazada a Camilo. Luis tiene que hacer un esfuerzo para no llorar. Le duele saber que la única mujer que ha amado será de otro. Cielo siente que es la única manera para sacarse a Luis de la cabeza.

Al día siguiente...
Sergio llega a casa caliente y furioso. Entra en el cuarto de su hermano. Cierra la puerta con fuerza.

--vaya, hemos tenido un mal día ¿no? –le dice Luis afectuosamente.

Luis está frente al espejo. Se estaba arreglando. Sergio está frustrado.

--¡Caridad se dio el lujo de dejarme con las ganas¡ ¡¡ya no pienso verla más¡

--pero tú no ibas en serio con ella. Es lo mejor.

--¡sí pero yo quería chingar¡

Luis le sonríe con cariño. Se mira ante el espejo. Quiere estar perfecto.

--vaya, parece que tienes una cita importante.

Luis suspira enamorado. En realidad ha quedado con Ana pero se arregla como si fuera para Cielo. También la esperanza que ella lo vea y quiero que lo vea impactante.

--¿Vas con una tía?

--Si…

--Venga llevamos… tengo ganas de chingar.

--No, no puedo.

A Luis le duele decirle no a su hermano porque lo adora. Sergio lo sabe y por eso se aprovecha. Insiste, pone cara de pena.

--No seas así. Siempre lo hemos compartido todo.

--Es que ella no creo que quiera.

--Es una nueva?

--Es Ana.

--te la sigues tirando?

--si.

--vas en serio con ella.

A Luis se le ilumina la cara pensando en Cielo.

--vaya parece que sí –Sergio resignado.

--Lo siento hermano pero es que con ella no se puede.

A Luis le da pena dejar a su hermano triste, no puede verlo sufrir. Sonríe travieso.

--siempre te puedes acostar con ella sin que ella lo sepa.

A Sergio se le hablen los ojos como platos:

--¿eso se puede?

--tú déjame a mi.

Los dos se miran con complicidad.

A Luis le parece una forma perfecta de venganza contra Cielo.