jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo 11





Año 2012

Luis está dándose una ducha. El agua cae en su cuerpo. Ha cambiado mucho con los años. Ya no tiene nada que ver con el joven de ayer, sólo el amor que siente por Cielo no ha cambiado por los años. Está muy atormentado. El agua cayendo sobre su cuerpo lo relaja. Lo interrumpe Sergio. Abre con su propia llave y llama a gritos a su hermano.

--¡Luis, Luis¡

Luis apaga el grifo. Sergio entra en el baño.

--¡se puede saber qué te pasa? –Sergio.

Luis agarra la toalla y se seca un poco la cabeza.

--¿qué te pasa a ti? Eres tú el que has entrado en mi casa como un loco.

--¡te dije que dejarás a mi hija al margen¡ Había logrado que quisiera verme pero resulta que tú fuiste a hablar con ella¡ ¡¡Rosita cree que quiero acercarme a ella para ayudarte a ti¡

Sergio está muy dolido. Luis no quiere lastimar a su hermano.

--lo siento, tenía que intentarlo.

Luis trata de tocar a Sergio pero este no se lo permite.

--¡Ana le está llenando la cabeza a mi hija de porquerías y tu manía de querer acercarse a esa gente lo está empeorando¡

Luis queda de pie delante de su hermano, totalmente desnudo. Lo mira dolido.

--¿manía? Llamas al amor de Cielo manías? Ella es lo único que he amado.

Sergio se va calmando.

--¿cómo vas a amar a quien no has conocido?

Luis mira a Sergio con cara de decirle: ¿TU TAMPOCO?

--¿porqué nadie cree que la amo?

Sergio le sonríe. Acaricia la mejilla de su hermano.

--porqué la convertiste en tu sueño, en algo incanzable. Si la hubieras tenido la habrías olvidado.

Luis va moviéndose triste mientras se pone los bóxers.

--Ella siempre me decía eso pero no es cierto. La amo.

Luis se sienta en una butaca. Sergio a su lado. Le pone la mano en el muslo muy fraternalmente.

--salías con la sobrina para acercarte a la tía y luego hiciste todo lo posible para que yo me enamorara de ella. Era tu manera de sacártela de encima pero sin salir de esa familia.

--gracias a eso tienes a tu hija.

--si y siempre te lo agradeceré pero…

Luis no lo deja seguir.

--siempre hemos estado juntos. Yo te he apoyado como nadie lo ha hecho.

--pero ahora no puedo hacer nada por ti.

Son muchos momentos los que han vivido esos dos hermanos. Sergio no los olvida pero no puede apoyarlo en lo que considera una locura. Cielo está en coma y Ana no los quiere cerca a ninguno de los dos. Sergio trata de hacer entender eso a su hermano pero Luis no está dispuesto a salir de la vida de Cielo.


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Año 1991

Cielo no quiere estar pendiente de lo que haga y deje de hacer Luis pero es que como si su sexto sentido la avisara cuando él está en frente de su casa. Cielo está haciendo cualquier cosa, de pronto un escalofrío inunda su cuerpo. Es una fuerza que la arrastra hacia la ventana y aunque ella quisiera no ir no puede dejar de hacer. Luis está mirando hacia ella. Cielo siente la mirada de Luis que la penetra. Luis ve moverse la cortina y sonríe. Cielo se derrite. Se siente una adolescente. Cielo suspira enamorada. Luis está tan guapo. No quiere pensar en él pero no puede dejar de hacerlo. Luis es muy cariñoso con su hermano, lo abraza por los hombros y eso a ella le gusta pero por otro lado está segura que los dos hermanos van a compartir una chica y eso la hace enojar.

--¡Es que Luis es un degenerado y encima arrastra a su hermano¡ ¿¡qué clase de chica se presta para algo así¡ ¡¡y Ana engañada¡ ¡¡qué rabia¡

Aunque se quiere engañar así misma haciéndose creer que los celos son por su sobrina en realidad no es así. Cielo está muerta por Luis pero lo ve demasiado joven, demasiado alocado como para tomarlo en serio. Cielo está segura que Luis está interesado en ella sólo porque le ha dicho que no. Se queda helada al ver a Ana.

--¡Ella¡ ¿¿Ella con los dos? ¡¡no es posible¡

A Cielo le inquieta la presencia de Luis como parte de su familia, le da miedo que su sobrina vaya en serio y no se lo pueda sacar de encima. Al creer que Ana se acuesta con los dos hermanos por un lado se siente aliviada.

--¡Ella es como él¡

No entiende como su sobrina se presta a ello.



Sergio está muy nervioso. Están tocan a la puerta del local.

--¡tú quédate en el lavabo, espéranos desnudo¡ --dice Luis dándole un condón.

--¿y no se dará cuenta?

--tú déjame a mi, te desahogas sin decir la palabra y luego yo remato la faena.

Sergio está muy contento.

--¡Eres el mejor hermano del mundo¡

Luis lo trata con mucho cariño.

--Lo daría todo por ti.,. Ya lo sabes.

Lo besa.

--No me vengas con mariconadas, tío –dice Sergio apartándose de él.

Luis le acaricia la cabeza muy fraternal.

--Venga, prepárate que ahora vengo.

Sergio se desnuda en cuestión de segundos y la tiene ya muy gorda porque está muy caliente. Luis le sonríe con cariño.

--no te tardes –le suplica a su hermano.

Luis recibe a Ana.

--¿porqué está la luz apagada?

Él se muestra cariñoso.

--porque quiero sentirte, no quiero que hablemos, quiero que nos amemos, que sentimos nuestros cuerpos como nunca. No necesitamos nada más. Será muy romántico.

Ana se deja dominar. Se desnudan, Luis la llena de caricia. Se hacen sexo oral mutuamente y cuando ella ya desea sentirlo dentro de ella, Luis se levanta.

--¿¡dónde vas?¡ --dice ella sofocado.

--A buscar un condón –jadea él.

Luis tiene muchas ganas de meterla, es un gran sacrificio el que hace por su hermano. Entra en el baño con la verga en todo su esplendor y sofocado. Está todo a oscuras, Luis toca a su hermano y Sergio ya sabe lo que tiene que hacer. Es un polvo muy rápido que sólo lo deja satisfecho a él.

--¿ya está?¿qué te paso? –pregunta ella sin entender nada.

Sergio corre hacia el baño. Y Luis vuelve a aparecer en escena.

--tranquila, ya estoy aquí.

Luis es el amante perfecto, es un volcán en erupción. Ella goza tanto que no sospecha nada. Se deja llevar. Luis enciende un cigarro después del orgasmo. Ella enciende la luz.

--Quiero ir al baño –dice ella.

--No tenemos, mi padre lo quitó. Nos tenemos que ir ya. Mi padre va a venir.

Ana se viste sofocada.

--¿y porque no me dijiste antes?

--Tranquilo, quiero que demos un paseo. Por eso no te dije, te invito a lo que quieras. Es mi regalo por lo mucho que me haces disfrutar.

Ella lo besa enamorada. Van saliendo al rato, Sergio entreabre la puerta del baño, Luis le hace un gesto cómplice.

Cielo, desde la ventana, ve salir a Luis y a Ana. Los dos solos. Se les ve muy enamorados.

--¿y estos a qué juegan?

No puede evitar estar atormentada por los celos.

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