jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo 23




Año 2012

Luis va en su auto hacia el hospital. Camilo va a su trabajo. Se encuentran los dos parados en el semáforo. Luis piensa que tal vez el hombre pueda ayudarlo con Ana.

--¿vas a ver a Cielo al hospital?

Camilo no entiende la pregunta.

--¡a ti qué te importa¡

Luis se enfrente a Camilo.

--¡tú nunca la quisiste¡

--tú que sabes.

Camilo no quiere discutir pero Luis le tiene demasiado rencor.

-- sino ahora no la olvidarías¡

--¡Cielo está muerta pero en todo caso hace mucho que nos divorciamos¡

--¡Cielo no está muerta¡ ¡¡se va a recuperar¡ --Luis rabioso.

Camilo se burla de él.

--¿¡tú estás enamorado de Cielo?¡ ¡¡siempre me pareció que nos seguías pero Cielo me decía que no, que no pasaba nada¡

--¿¡porqué no estás a su lado? ¡¡sí la amo, yo sí estaría a su lado¡

Camilo se le ríe.

--Cielo nunca se hubiera fijado en un niño como tú, estás loco. Sólo un loco vive obsesionado por una mujer que casi no sabía que existía.

Luis no puede contestar porque Camilo se va en su auto. Luis golpea el volante con rabia. Los coches tocan el claxon. Luis se pelea con todo el mundo.


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Año 1994



Ya ha amanecido, Luis ha pasado la noche en la playa. Solo, desnudo. Se ha quedado dormido con una dulce sonrisa en los labios. Tiene un desnudo espectacular que hace la delicia de un hombre muy afeminado que vive cerca. Le da tiempo de ir a casa a buscar una cámara de fotos para inmortalizar el bello espectáculo. El tipo se quiere llevar la ropa de Luis para que el chico no puede vestirse y así, escondido, pueda seguir tomando fotos a esa belleza impresionante. Tiene los calzoncillos en la mano. Los huele, jadea excitado. El deseo del tipo despierta a Luis. El hombre corriendo se va con los calzoncillos de ese Dios de la belleza. Luis despierta aún aturdido. Le da tiempo de ver como un hombre corre con sus calzoncillos en la mano. Desnudo y todo lo persigue un rato.

--¡Maricón, como te pille te corto los huevos, cabrón hijo de puta¡

No se quiere alejar mucho de su ropa para evitar que le roben algo más. No sabe qué hora es pero ya ve que es de día y como está desnudo no quiere que nadie más disfrute del espectáculo que es su cuerpazo desnudo. Está rabioso por el incidente pero el recuerdo de Cielo lo enciende. Por unos segundos piensa que todo no ha sido más que un sueño. Se pone los jeans. Sonríe travieso.

--No, no lo ha sido.

Tiene el recuerdo muy claro de su cuerpo poseyendo el de su amada Cielo. Le duele que lo haya dejado solo, tirado. Sin camiseta, se sienta en la arena. No se ha abrochado los jeans.

--¿Dónde estás mi amor?¿porqué no te has quedado conmigo?

No sabe si debe ir a buscarla o esperar que sea ella la que dé el siguiente paso pero han hecho el amor, ahora su relación tiene que cambiar. Se queda tumbado en la arena con los brazos bajo la nuca haciéndole de almohada y con una sonrisa de felicidad que no puede con ella. Ha hecho el amor por primera vez y eso lo tiene muy contento.



Mientras, Cielo da vueltas en su casa. Lleva la ropa del día anterior. No hace más que mirar por la ventana. No lo quiere aceptar pero está esperando a Luis.

--¡no va a venir, no lo vas a volver a ver. Ya has caído en sus redes, ya le has dado lo único que quería¡

Unas lágrimas deslizan por sus mejillas porque para ella Luis es más importante de lo que quiere aceptar y está segura que para él ella no es más que un trofeo y que ahora que ya lo ha conseguido pues perderá el interés en ella. Se mira al espejo. Nunca ha sido tan feliz como esa noche.

--Luis no es un hombre que quiera un compromiso. Es que por su juventud ni se quiera se puede considerar un verdadero hombre –dice con tristeza.

Cielo está convencida que Luis sólo busca una aventura y no es lo que ella quiere. Luis no le puede dar la estabilidad que necesita.

--¡tonta, tonta¡ --se reclama a sí misma.

Le da mucha rabia haber caído en brazos de un seductor como Luis.

--¡se cree que es un regalo para todas las mujeres y yo de burra he hecho que se lo crea aún más¡

Siente culpa de lo que ha pasado pero no puede evitar recordar esa noche con dulzura. Ha sido feliz pero está segura que esa felicidad le va a costar muy cara, que Luis se va a burlar de ella, que la va a hacer sufrir. No imagina lo importante que es ella para Luis y que la sigue esperando en la playa semidesnudo.
Cielo es una mujer madura que está a un paso del altar y que ha cometido un desliz con un chico que podía ser su hijo. Si esa situación no fuera lo suficientemente complicada es el novio de su sobrina. Está sofocada. No quiere pensar en Luis pero no puede dejar de hacerlo.



Cielo está dolida porque el chico no la ha ido a buscar.

--pero claro, yo he sido una de tantas. Debe estar con sus amigos jactándose porque otra tonto ha pasado por él.

Pensar eso es algo que la lastima mucho. Se desnuda y se mete en la ducha. Quiere sacarse el aroma de Luis de su piel. Le da rabia pensar que no es importante para Luis, que sólo ha sido una gesta más que contar a los amigos, que la única mujer que le había dicho que no al fin ha caído en sus brazos. Son muchas las emociones que están dentro de ella. Rompe a llorar amargamente. En ese momento llega Camilo a la casa. Se tambalea bastante. Tiene cara de perjudicado. Se asusta al ver a su prometida llorando. Se acerca a ella.

--¿qué te ocurre?

Cielo se tapa con la cortina.

--¡¿cómo entras así? ¡vete¡

Camilo no entiende lo que le pasa a Cielo que se muestra furiosa.

--¡vete, fuera¡

Camilo ve odio y dolor en los ojos de la mujer. Trata de acariciarla pero ella lo rechaza con asco. No soporta que otro hombre la toque después de haber estado con Luis. Ni siquiera permite que la vea desnuda. Camilo está aturdido.

--¿qué paso anoche? Bebí mucho. ¿es que te hice algo malo? No me acuerdo de nada.

Cielo lo que quiere es sacárselo de encima y sin pensar en nada dice:

--¡me violaste¡

Camilo se queda en shock. Está muy impactado por las palabras de su novia. Cielo no sabe bien lo que pretende pero sigue adelante con la mentira.

--¡tú sabes lo importante que era para mi no hacer el amor contigo hasta la boda, ha sido duro aguantar pero quería que nuestra noche de boda fuera especial. Sé que no eras tú, que estabas borracho pero me forzaste y eso me dolió mucho¡

Camilo llora. Pide perdón de rodillas. A Cielo le duele lastimarlo pero no quiere volver a acostarse con él pero tampoco quiere dejarlo. Cree que Luis se ha burlado de ella y que sólo casándose pues se sentirá menos humillada, que siempre puede decirle que no se acuerda de lo que pasó. Se muestra fría. Se cubre con una toalla. Pone la mano en la cabeza de su novio, que está de rodillas, y le dice seria:

--te perdono, estoy dispuesta a casarme contigo porque te amo pero me va a costar mucho mucho olvidar el trauma. No sé cuánto tiempo pase antes que podamos hacer el amor.

Camilo está tan abatido, se siente tan culpable, siente que está en deuda con ella y está dispuesto a hacer lo que sea. Cielo se siente herida y Camilo nunca sospecharía la verdad. Lo deja solo y arrodillado.



Después de su jornada de trabajo, Luis se presenta en casa de Cielo. Abre la puerta ella. Siente una centrifugadora dentro de sí. Lleva toda la mañana esperando al muchacho pero está segura que él se ha burlado de ella. Lo mira con reproche porque le hubiera gustado que viniera antes. Luis ama a esa mujer pero no sabe a qué atenerse con ella.



2012

Camilo amargado mirando las fotos de su boda con Cielo:

--Nunca superaste el trauma, ¡cuántos años tuve que sacrificarme¡, nunca volvimos a hacer el amor… tantos años a tu sombra hasta que ya me cansé… te hice mal pero ya me castigaste. Un divorcio sin consumar nuestro matrimonio…

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