jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo 25



Año 2012

Luis llega a comisaria. En la puerta lo espera Adrián que llora.

--¿qué ha pasado?¿porqué me has llamado? No te he entendido nada.

--he denunciado a mi tía, ella quiso matar a mi madre. ¡Rosa no me lo va a perdonar pero tenía que hacerlo¡

Luis está muy impresionado, trata de calmar al chico pero desea saber lo que pasó. Adrián se abraza a Luis.

--no sé porque pero mi padre nunca me quiso y mi madre está como muerta… ¡no puedo más¡

Luis consuela al chico muy paternalmente.



Ana en su declaración confiesa su delito. Ya no lo puede ocultar más porque la enfermera lo ha dicho todo. Ana llora.

--la culpa de todo es de Luis. Era mi novio, ese día mi tía me confesó que estaba enamorada de él, que tuvo un romance con él. Me puse como loca y no lo pensé… ella me miraba, me decía que estaba arrepentida de no haber luchado por él, de no haberle dado una oportunidad…

Ana llora, es una mujer amargada, destruida.

--Yo siempre he amado a Luis y lo que quería era desfigurarla. Agarré un candelabro y le di en toda la cara …


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Año 1994


Cielo se viste de novia. Es una novia triste. Luis se viste junto a su hermano. Los dos muy elegantes.

--gracias por invitarme.

Luis es muy cariñoso con su hermano.

--me alegro que estés conmigo.

Sergio nota la tristeza de su hermano

--¿te ocurre algo?

Luis fuerza una sonrisa.

--nada, que esta tarde trabajo y aún así Ana se ha empeñado en que la acompañe al bodorrio ese.

Y Luis tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano para que no se note que está herido, que su corazón está sangrando porque su amada se casa con otro. Sergio se muestra contento.

--espero que la amiga de Ana con la que me has juntado sea tan guarra como tu novia y me la pueda tirar –dice pícaro.

Luis lo mira con complicidad y cariño. Lo ayuda a hacerse el nudo de la corbata.

--estás muy guapo, Paula te va a violar.

Sergio sonríe con cara de travieso:

--eso espero.

Los dos hermanos se abrazan. Luis le mete dos condones en el bolsillo del pantalón. Le guiña el ojo.

--tú no estás mal tampoco, vas a seducir a todas las de la fiesta –Sergio burlón.

Luis lo golpea con cariño:

--venga que nos tenemos que ir.

Salen los dos juntos. Muy guapos y haciéndose bromas. Luis quiere hacer un esfuerzo para que no se le note lo triste que está. Es Luis quien maneja el auto. Sergio a su lado. Llegan a la casa de Cielo donde los esperan sus chicas. Cielo sale del portal deslumbrante. Luis la mira. La mirada del chico la atraviesa y se derrite, Luis desea secuestrarla, llevársela lejos y Cielo desea que lo haga




Cielo saliendo de su edificio. De blanco aunque sencilla y sin velo. Está tratando de sonreír pero está seria. Luis en el auto. Muy guapo y elegante de traje y corbata. Se miren y se gustan aún más. Se derriten. El amor que siente uno atrapa al otro. Quedan encarcelados uno en la mirada del otro. Por un instante sienten que están solos en el mundo. Es un momento mágico para ambos. En seguida Ana se acerca a Luis. Se abraza a él. Se hacen algunas fotos. Luis fuerza una sonrisa. Junto a Cielo está Esperanza, la hermana de Cielo y madre de Ana. La chica se acerca a ellas porque las ve discutir. Le sorprende no ver a su padre que es quien debería llevar a Cielo al altar. Esperanza se nota alterada, no así Cielo que le encantaría encontrar excusa para suspender la boda una vez más sin que Luis pueda darse cuenta de cuál es el verdadero motivo. Cielo mira a Luis de reojo. Luis sonríe a su amada y ésta se sonroja. Gira la cabeza. De pronto Luis se da cuenta que tanto su novia como la madre de ésta lo están mirando fijamente. Luis siente que el corazón se le va a salir por la garganta.

--¿será que Cielo ha confesado la verdad? –piensa.

Ana hace gestos a su novio para que se acerque a ellos pero no se ve enfadada así que eso le sorprende a Luis que va a la expectativa. Cielo no lo puede mirar a los ojos directamente porque los escalofríos recorren todo su cuerpo. Luis y Cielo se miran. Cielo de reojo, tiembla. Es mucho lo que sienten el uno hacia el otro. Luis no llega a acercarse a ella. Siente tantas cosas por cielo, la ama tanto. Está tan ansioso que son sus propios nervios lo que le impiden acercarse. Ana es la que se acerca a su novio.

--mi tía necesita que le hagas un favor.

Luis tose, traga saliva.

--¿cómo?

Cielo y él se miran y vibran recordando su unión de placer hace un día en la playa. Ana está muy pendiente de la reacción de ellos dos pero no dice nada. Cielo está muy sofocada. Es Esperanza la que explica que su esposo amaneció enfermo y Cielo no tiene a nadie quien la lleve al altar.

--puedo ir sola –dice Cielo nerviosa.

Ana, que está segura que esto lastima a Luis, empuja a su novio hacia su tía.

--Mi novio será el padrino ¿verdad?

A Luis no le sale la voz, está muy impactado. Sí le apetece estar a solas pero no soportaría tener que entregar a otro hombre a la mujer que ama y más cuando ya ha sido suya. Cielo no quiere que se le note que le pasa algo con Luis así que se muestra indiferente. Luis no puede hablar. Señala el coche apoyado en el cual están Sergio y Paula diciendo que él tiene que llevar a su hermano. Ana mete su mano en el bolsillo del pantalón de su novio.

--¿y las llaves del coche?

Luis está reaccionando de una manera tímida porque la situación les intimida.

--puestas.

--perfecto, yo llevo a tu hermano y tú a mi tía –Ana.

Ana, que está muy pendiente de todas las miradas de Luis y Cielo, da un pequeño empujón a su chico para ponerlo delante de Cielo. Luis admira a la novia enamorado. Cielo no es capaz de mirar al chico directamente porque es demasiado guapo y le gusta mucho.

--bueno, decidido. Luis te llevará al altar.

Cielo mira a Luis y le suplica con la mirada que diga no. Luis sólo piensa en estar a solas con su amada. Le duele la cara de enfadada de Cielo cuando dice:

--a mí me da igual ir sola o acompañada por el niño este.

Luis no se echa atrás.

--No te dejaré sola.

Cielo no dice nada. No lo mira. Está temblando. Se monta sola en el auto. Luis va por el otro lado. Cielo se queda pegada a la ventanilla lo más apartada que puede de Luis. No lo mira. Luis se va acercando a ella suspirando enamorado mientras el chofer va avanzando hacia la iglesia. Luis sabe que tampoco tiene todo el tiempo del mundo y Cielo no lo quiere ni mirar. Luis trata de encontrar las palabras adecuadas para acercarse a su amada. Se va pegando a ella. Cielo lo mira con mala cara, pone la mano estirada entre ambos para que el chico no se pueda acercar más.

--ni se te ocurra moverte –muy seria.

Luis sonríe:

--bueno almenos te dignas a dirigirme la palabra.

Luis se muestra muy dulce pero Cielo furiosa.

--¿a qué estás jugando?

--yo no juego a nada la que se acuesta conmigo y ahora se va a casar con otro eres tú –dice él con desesperación.

Cielo siente vergüenza por el chofer que ha abierto la boca y los ojos como platos y sonríe con cara de degenerado. Cielo empieza a dar golpes a Luis.

--¡Eres una basura, un depravado, un niñato que no puede hacer feliz a nadie¡

--a ti te hice en la playa mientras te hacía el amor –dice él con orgullo.

Cielo trata de empujar a Luis hacia el fondo del auto para apartarlo de ella. Cielo es brusca.

--¡claro que no, yo estaba borracha y por eso te pudiste aprovechar de mi. Para las niñas puedes ser lo máximo pero para una mujer como yo no eres nada, has sido el peor amante que he tenido en toda mi vida y han sido muchos. Nunca había encontrado a nadie tan patoso como tú¡

A Luis le molesta la carcajada del chofer y lo mira con odio. El hombre disimula y sigue manejando.

--yo no pretendo ser tu mejor amante, yo quiero ser el hombre que te ame. Sé que te puedo hacer feliz si tú me dejas.

Luis habla con una voz muy dulce que derrite a la mujer y como no puede rechazarlo, de nuevo le da la espalda. Luis la abraza y la siente temblar.

--dame una oportunidad –le suplica.

Cielo está llorando y no lo mira para que él no se dé cuenta.

--Me voy a casar, olvídate de mi.

Pero Luis no puede olvidarla y tampoco lo quiere. Se aferra a ella y con desesperación le dice:

--¡no te cases, no tenemos porque llegar a la iglesia¡ ¡¡FUGUEMONOS¡

A Cielo le sorprende la propuesta de él y lo mira. Le emocionan sus ojos de enamorado.

--estás loco.

Ya no está enfadada. Se ve dulce y él la acaricia.

--te amo –susurra él.

Ninguno de los dos puede resistirse por más tiempo estar tan cerca y tan lejos a la vez. Sus labios se están llamando y se funden en un apasionado beso de amor.

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