jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo 27



Año 1994

Cielo está mirando por la ventana pero Luis no ha vuelto a aparecer.

--¿será verdad que no volverá con Ana?

Eso la tiene muy ansiosa.

--seguro que cambió de lugar.

Cielo no quiere aceptar que Luis pueda estar sufriendo por ella. Camilo la abraza por la espalda.

--mi amor ¿qué haces todo el día en la ventana?

Cielo se sobresalta. Se aparta de él. Se enfada.

--¡no estoy todo el día¡

Camilo sonríe.

--tranquila, era una broma.

Él trata de acariciarla pero Cielo siempre lo rechaza y a él le duele.

--hasta cuando viviremos así. Ya vamos a cumplir dos meses de casados y no sólo dormimos en habitaciones separadas sino que no te puedo ni acariciar.

Ella necesita un marido que la aleja de Luis y ser la esposa de Camilo sin serlo de verdad es algo que le conviene.

--¡tú sabes por qué¡

Cielo es una mujer amargada por la ausencia de Luis pero Camilo cree que su dolor se debe a lo que le hizo supuestamente él en la despedida de soltera. La culpa hace que Camilo calle. Al irse a su dormitorio, Cielo se marea. Camilo se asusta pero ella no quiere su ayuda.

--No tienes el periodo, llevas días con nauseas. Debes ir al médico.

Ella lo mira con rencor y dice:

--¡me encuentro perfectamente¡

Pero antes de llegar a la cama sufre un desmayo y cae desplomada al suelo. Cuando recobra el conocimiento está en la cama. Camilo a su lado sonríe feliz.

--Yo creo que estás embarazada. Ahora que estás bien bajo a la farmacia a comprar un test.

Cielo empalidece:

--¡no puedo estar embarazada¡

A Camilo le parece la salvación de su matrimonio:

--¿porqué no? Estamos casados.

Cielo sabe que no se lo merece pero descarga su rabia contra él.

--¡porqué sería fruto de una violación¡

Camilo no dice nada. Se marcha y vuelve con el test. Cielo quiere estar sola. Se hace el test en el baño. Se toca el vientre confundida mientras espera. Le asusta pero también le produce emoción la posibilidad de estar esperando un hijo de Luis. El test es claro: un hijo de Luis crece en sus entrañas. Cielo se sienta en la taza del wáter conmocionada y con las manos en el vientre. Sentimientos encontrados dentro de ella. Espera un hijo del hombre de su vida pero es la esposa de otro y está segura que Luis no iba a responderle que sólo ha querido divertirse con ella. Adrián nace meses después y colma de felicidad a su madre. Camilo, aunque no lo siente suyo, no sospecha que no es hijo de él y lo acepta sin problemas.

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Año 2012

Luis espera ansioso fuera de la habitación de Cielo. Sale Adrián muy contento. Luis se le acerca a la expectativa.

--¡el doctor dice que mamá se va a recuperar¡

Luis abraza al chico. Los dos están entusiasmados. Adrián es muy cariñoso con el hombre.

--Dicen que ha sido un milagro pero yo sé que ha sido tu amor. Has devuelto a la vida a mi madre y siempre te voy a estar agradecido por eso.

Adrián le da un cariñoso beso en la mejilla. Luis le acaricia la cara muy paternal.

--mamá quiere verte.

Luis entra con el corazón a punto de salirle de la garganta. Tiene miedo que todo haya sido una imaginación suya, que Cielo lo vuelta a rechazar. Luis agarra la mano de la mujer temeroso. Ella lo mira con cariño:

--hemos perdido tanto tiempo.

Luis está entusiasmado:

--¡entonces me amas¡

Luis está demasiado contento, quiere hacer muchos planes con esa mujer que tanto ama pero Cielo no puede empezar una vida a su lado sino le cuenta la verdad. Están tomados de las manos. Ninguno de los dos quiere separarse jamás.

--tengo que pedirte perdón.

Luis le acaricia los labios.

--tranquila, tenemos toda la vida para hablar. No pasa nada, los dos hemos perdido. Nunca me dijiste que me amabas, me rechazaste pero…

Luis no calla y Cielo no sabe cómo decirlo suavemente así que le suelta de golpe:

--perdón por negarte a tu hijo.

Luis se ríe.

--¿de qué hablas?

--Adrián es nuestro hijo. Nunca estuve con nadie después de aquello y menos con Camilo. Adrián es tu hijo.

Luis se aparta de ella. Se lleva las manos a la cabeza.

--¿y ahora me lo dices? ¡¡cómo me has podido ocultar una cosa así¡

Luis está muy furioso. La mujer llora. Luis golpea la pared. Sabe que no es el momento de reclamarle nada. Siente que su vida ha sido una mentira, está muy decepcionado. Sale de la habitación dejando a Cielo destrozada. En la puerta está Adrián.

--¿qué pasó?

Luis sufre un fuerte shock al estar frente a su hijo. No le puede decir nada. Lo abraza llorando.

--¿qué pasa? –Adrián.

Luis le da un beso muy cariñoso y se va corriendo. Corre durante unos minutos, no sabe qué hacer. Siente que va a explotar. Siente rabia, emoción. Tiene un hijo, un hijo con Cielo.





Adrián está con su madre. Trata que le explique lo que está pasando cuando llega Luis con unas flores. Luis está muy ansioso al ver a su amada, a su hijo. Luis mira a Adrián con cariño. Los deja solos.

--llévate las flores, me las dejaron entrar para que las vea tu madre pero no se pueden quedar –Luis.

Adrián se va con las flores. Cielo quiere disculparse pero Luis se siente a su lado en la cama. Le agarra la mano y con la otra acaricia sus labios. Es un hombre feliz.

--me amas? –pregunta él.

--Te he amado siempre pero…

Luis le da un beso para que se calle.

--entonces no quiero saber nada. Las flores eran para agradecerte el hijo que me has dado.

Cielo le acaricia las mejillas. Está llorando.

--ser padre era el sueño de mi vida, mi mayor frustración. Siempre quise ser padre, padre de un hijo tuyo.

Luis está muy emocionado, las lágrimas lo ahogan. Le cuesta hablar.

--hemos perdido tanto tiempo –ella.

Luis no pierde la sonrisa. No le importa el pasado.

--pero ahora lo tenemos que aprovechar. No quiero que perdamos ni un segundo. Si tú quieres claro… --él.

--yo quiero pero ¿quieres tú? ¿no es tarde?

Luis lleva toda la vida esperando ese momento:

--¿tarde? ¡nací para amarte¡ ¡no quiero otra cosa que estar a su lado¡

Se besan entre lágrimas.

--yo siempre estaré a tu lado…

--mi amor –Cielo.

Se quedan en silencio, con las manos agarradas. Mirándose enamorados. No pudiendo creer que al fin estén juntos.



Semanas después… Cielo ya tiene el alta. Luis la lleva a casa en el auto. Se miran contentos.

--¿Dónde quieres ir? –pregunta él.

--ya sabes –dice ella pícara.

Él traga saliva. Aún le parece un sueño que Cielo y él estén juntos.










Luis y Cielo se desnudan el uno al otro. Han cambiado mucho desde la única vez que estuvieron juntos pero se desean como el primer día. Se quedan unos minutos mirándose embobados. Al uno le gusta la desnudez del otro. Cielo se muestra aún un poco insegura. Luis la toca con miedo. La siente temblar.

--nunca volví a estar con un hombre –confiesa ella.

--nada fue igual desde entonces –susurra él.

Luis besa la cicatriz que le ha quedado a su amada en el rostro. No le importa nada. Luis se muestra algo inexperto. A sus cuerpos les cuesta encontrarse porque están desentrenados pero el amor los acaba uniendo. Lloran de felicidad, de placer. Es una comunión perfecta. Se rompen el uno con el otro. Se quedan el uno al lado del otro. Mirándose, tocándose. Amándose. Se les escapa las lágrimas. Es mucha su felicidad. Se miran como si fuera un sueño.

--llevo más de 20 años esperando este momento. Estar así, contigo. Toda la vida enamorado de ti.

Sus manos agarradas, ella le toca el rostro con la otra mano.

--Es que eras tan joven, tan loco ¡podías ser mi hijo¡

--ya he envejecido, ahora parece que tengamos la misma edad –sonríe él.

Eso tranquiliza a la mujer. Ya no son una pareja que pueda llamar la atención, que los pueda criticar porque aunque se lleven 20 años casi parecen de la misma edad. Los años se le notan más a él que a ella. Cielo lo mira en silencio.

--no quiero que te alejes nunca de mi vida –dice él.

--yo no quiero alejarme nunca de tu vida –dice ella.

Se besan y se quedan juntos disfrutando ese momento. Haciendo planes juntos.




En los días siguientes, tanto Cielo como Adrián se trasladan a casa de Luis. Camilo se toma muy mal que la pareja esté junta. Se enfrenta a ellos. Están Luis y Cielo con unas cajas. Lo que más le molesta a Camilo es que están tan felices que ni quieren discutir. Van a meterse en la casa cuando Camilo dice:

--¡los mejores años de su vida me los dio a mi¡ ¡¡el hijo me lo dio a mi¡

Luis deja unas cajas en el suelo para abrazar a Cielo. Los amantes miran a Camilo desafiantes pero no le dicen nada. Con desprecio, Camilo dice:

--Te la regalo. Ya no me sirve.

Luis no puede más y se le va a lanzar encima.

--¿¡qué te pasa imbécil?¡

Para parar la discusión, Cielo le dice a su ex:

--¡Adrián es hijo de Luis¡ ¡¡Me casé contigo embarazada de él¡

Camilo se queda en shock y también Adrián que bajaba y lo ha escuchado todo. Mira a los tres dolido y corre arriba. Luis corre tras su hijo mientras Cielo le confiesa todo a un dolido Camilo.



Adrián está llorando sentado en el sofá. Luis se le acerca. Lo mira con cariño.

--a mi me hace muy feliz que seas mi hijo.

Adrián mira a su padre con ojos llorosos:

--¿desde cuándo lo sabes?

--me acabo de enterar.

--¿y por qué no me dijiste antes?

Luis se sienta al lado de su hijo. Le acaricia la pierna fraternalmente.

--porque temía que me rechazaras, esperaba que mi quisieras antes de saberlo.

Adrián se levanta. Se lleva las manos a la cabeza.

--¡¡es que esto me separará más de Rosa¡

Adrián está llorando. Luis se acerca a él. Le pone las manos en las mejillas.

--Rosa y mi hermano se están reencontrando pero cuando vuelvan de viaje yo hablaré con mi hermano. Rosa no se perderá al mejor chico del mundo.

Padre e hijo se funden en un emocionado abrazo.

--me gustas mucho como padre –le dice Adrián.

Luis lo besa feliz. Se vuelven a abrazar. Cielo los mira emocionada. Luis extiende la mano y Cielo la agarra. Luis abraza a Cielo y miran a Adrián con dulzura. Padre e hijo se miran con complicidad y los tres acaban fundiéndose en un abrazo. Cielo y Luis se besan ante la divertida mirada de su hijo. Son ahora una verdadera familia. Cielo y Luis están felices que su sueño se haya cumplido.

FIN.

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