miércoles, 13 de febrero de 2013

capitulo 5



Año 2012…

Ana y Luis están discutiendo en el hospital.

--¡no tienes derecho a estar aquí¡ ¡¡no eres nadie¡

Ana habla con rencor. Lo odia.

--Me parece ridículo que tenga que justificarme por cosas que pasaron en nuestra juventud. Perdón si te hice daño.

--Me das asco, siempre supe que estabas enamorado de mi tía. Me usaste porque ella nunca quiso nada con un crío. No eras nada para ella, por eso sé que mi tía nunca querría verte y no la vas a ver… ¡claro que no¡

Ana es una mujer dolida y amargada. A Luis le duele pensar que su amada lo odia pero no puede estar seguro que no sea así. Igual necesita verla.

--Cielo necesita compañía y tú no puedes estar con ella siempre, deja que os ayude. Cielo está en coma pero estoy seguro que me puede escuchar pero si le hace mal mi visita pues no vuelvo, te lo aseguro.

A Luis se le escapan las lágrimas. Ama a esa mujer que está a un paso de la muerte. Nunca le han dado derecho a estar cerca de ella. Ni siquiera puede estar a su lado para

ayudarla a recuperarse o para despedirse si son sus últimos días.

--déjame ver a Cielo aunque sea sólo una vez.

Ana disfruta atormentando al hombre. Es ella quien tiene el poder, es su momento de venganza y lo está disfrutando mucho.

--¡NO¡

--No puedo creer que aún me puedas reclamar cosas del pasado… Hace tanto de eso.

--si para ti es fácil… has estado con tantas…

Ella lo mira con odio. Luis quisiera volver atrás. Borrar su pasado pero ese está ahí y Ana lo recuerda constantemente.


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Año 1991…
Luis está paseando por la calle. Su corazón late más deprisa. Ve a una mujer, mayor que él, le dobla en edad.

--¡Cielo¡ ¡¡Cielo¡ --le dice él.

Pero ella hace como si no lo viera. Corre hacia ella, la agarra del brazo.

--¿no me oías? Te estaba llamando.

Él trata de despegar todas sus dotes de galán pero con Cielo no funciona.

--Por eso no me he parado.

Ella lo mira con mala cara y él se queda muy triste. Le duele el desprecio de ella pero no le quiere ir detrás.

--¡Miles de chicas se mueren por acostarse conmigo¡ --se dice con cierta rabia.

A Luis lo llena de orgullo despertar tanto interés en las mujeres pero le da rabia que Cielo pase de él.



A las ocho y media de la noche, Luis acaba su jornada laboral en el bar en el que trabaja. Está cansado. Se encierra en un cuarto para cambiarse la ropa. Está totalmente en calzoncillos cuando irrumpe la chica que ha estado con él todo el día.

--ah, perdona. No sabía que estabas aquí.

La chica hace que se sofoca pero en realidad lo que quería era ver a su guapo compañero de trabajo medio desnudo. Es algo impresionante, Luis es irresistible. A Luis le gusta que la chica lo vea desnudo.

--Tranquila, pasa. No me molestas.

Luis se queda un buen rato en calzoncillos. La chica hace que busca algo pero Luis sabe que lo único que busca es lo que él tiene entre sus piernas. Se muestra seductor.

--¿quieres que vayamos a tomar algo? Conozco un sitio muy bonito.

--si claro.

La chica está ardiendo. Le gusta ver a Luis abrochándose los pantalones. Está muy excitada. Está deseando quitarle de nuevo esa ropa.


1 día después... Luis es el único chico de la heladería en la que trabaja y hace las delicias de sus compañeras. Todas suspiran por él. Luis lo sabe, le gusta sentirse deseado. Después de su turno de tarde, va hacia el almacén al cambiarse. Lo hace sacándose la camisa. Entra en el cuarto en el que se cambia con la camisa en la mano. Sus compañeras apenas lo ven un segundo y principalmente de espaldas. Eso causa un fuerte en las chicas. A todas las encanta la presencia de ese chico y están pendientes de ese momento. Siempre hay alguna que hace que se equivoca para verlo en calzoncillos. Luis siente la atracción, el deseo de sus compañeras y eso le gusta. Le gusta sentirse atractivo, sentirse deseado, sentir que todas se quieren acostar con él para olvidar que su corazón está herido por una mujer que no quiere saber de él. Luis en bóxers, se muestra seductor ante esa chica que se muere por él.

--¿querías decirme algo o en serio te has equivocado?

La chica habla nerviosa. Cegada por la bella estampa que está viendo. Le han dicho que Luis es un chico fácil pero no estaba segura que se regalara de esa manera y está encantado porque es lo que desea. Luis es atractivo y tiene fama de inconquistable. Las muchachas enloquecen por él.

--es si quieres venir a mi casa después.

--si claro –dice Luis guiñándole el ojo.

La chica está que se desmaya. Luis agarra sus jeans.

--¿me dejas vestirme?

--si claro.

La chica se va suspirando y Luis está contento aunque en el fondo de su alma está vacío. Cambiaría todas las chicas que desean meterlo en su cama por el amor de Cielo.



Luis está con su compañera. Ella está a cuatro patas y él le está dando con ganas. La penetra con fuerza mientras le da azotes en las nalgas y le dice jadeando.

--te gusta, eh, viciosilla…

Luis se relaja en la cama. Enciende un cigarro. La chica lo observa con pasión.

--te puedo pedir un favor?

Luis no dice nada, mueve la cabeza haciendo que sí.

--es que tengo una amiga, Caridad, que tiene un problema muy gordo. Tiene 20 años y aún es virgen.

--¿tan fea es?

--No es llamativa pero no es fea. Lo que pasa es que es muy tímida. ¿tú no le harías el favor?

--si no es muy fea, bueno –dice con indiferencia—así mucho que no lo hago con una virgen y me da morbo. Además hay que ser generoso.

Luis habla con simpatía. Le gusta mucho Luis. No piensa en nada serio con él porque sabe que Luis no quiere nada seria pero ella está dispuesta a hacer todo lo que le pide él. Luis se levanta totalmente desnudo.

--voy al baño, si me preparas algo de comer podemos repetir. ¿Cuándo quedamos con tu amiga?

Luis sale de la habitación desnudo y se topa con la chica del “problema”. La chica siente una fuerte impresión al ver a ese guapo chico desnudo y se desmaya. Luis la mira divertido. Luis, desnudo, la toma en sus brazos, la deja en la cama.

--¿Seguro que no se muere si me acuesto con ella? –dice riendo.

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