jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo 9





Año 2012

Luis llega al hospital. Ana está hablando con una enfermera.

--espera un momento.

La enfermera se compadece de Luis.

--¿ese hombre viene todos los días, verdad?

Ana hace que sí con la cabeza mientras suspira ¿enamorada? El odio y la pasión que siente hacia Luis es demasiado grande y ni ella misma sabe lo que siente. Hace que sí con la cabeza mientras devora con los ojos a Luis. Hace años que no se acuesta con él. Incluso por un momento se le pasa por la cabeza acceder que vea a Cielo a condición que se acueste con ella.

--¡seguro que lo hace¡ --dice para sí con rabia.

Por un lado le dan celos pensar que Luis sólo vive para el sexo, por otro lado le da rabia que pudiera ser un sacrificio para él, un sacrificio por amor a Cielo.

--¡maldito sea –piensa-- ¿¿qué le vio a esa vieja? ¡ojalá se muera¡

Ha odiado a Cielo porque ella es la que ha tenido lo único que otra no ha obtenido nunca: el amor de Luis. Odia a Cielo y por un lado le gustaría verla muerta y por otro lado el estado de Cielo la ayuda a estar cerca de Luis. El hombre se va acercando con paso firme. Ana tiene que hacer un esfuerzo para no derretirse.

--pobre hombre, ¿porqué no deja que vea a su tía? Se nota que la quiere mucho. Seguro que le haría muy bien a su tía –dice la enfermera.

Sus palabras encienden el odio de Ana.

--¡porqué yo lo digo¡

Ana se acerca a Luis que sonríe con timidez. Ana se preparara para atacarlo, para un día más no permitir que vea a su tía. Lo desea pero lo odia. Cada vez que lo ve no puede evitar preguntarse cuántas mujeres habrán pasado por ese cuerpo y eso es algo que la hace rabiar y mucho.

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Año 1991

Luis está muy herido por el rechazo de Cielo. Se acaricia el cachete que ella le ha golpeado y le dice:

--¡Voy a ser el novio oficial de Ana, me tendrás que ver en tu familia, a ver si no te mueres de celos¡

Cielo está celosa pero lo disimula muy bien porque está revolucionada por dentro., Luis no se da cuenta de los celos de la mujer pero lo siente. Aunque en el fondo no está seguro que no sea lo que él quiere ver.

--Mi sobrina no es tonta, no va a caer en los brazos de un galancito de tres al cuarto como tú. Ella se da a respectar.

Cielo le habla a Luis de una manera despectiva y al chico le duele mucho.

--¡Ana como de mi mano, he hecho con ella lo que se me ha pegado la gana y lo seguiré haciendo¡

Cielo lo vuelve a bofetear:

--¡Eres un niñito estúpido que se cree un hombre, que eres todo un galán pero no vales nada¡ ¡¡Estás vacío¡ ¡¡No sabes lo que es el amor¡ ¡¡ojala algún día una mujer juegue contigo como tú estás jugando con ella¡

Cielo se va enojado. A Luis se le escapan unas lágrimas. Cielo no cree en el amor de él pero Luis la ama de ella.

--Tu deseo se está cumpliendo, eres tú la que me estás haciendo sufrir –dice para sí.

Pero Luis no cree que le esté haciendo daño a nadie. Es muy guapo, gusta mucho a las chicas y les da lo que ellas quieren. Nunca ha prometido, nunca ha engañado a nadie. Ese día pero, está muy herido. Está despechado.

--¡Cielo tiene que saber que voy en serio¡

Luis está en verdaderamente enamorado de la mujer. Almenos así lo siente él pero sabe cómo hacer para acostarse con cualquier chica pero nunca ha luchado por el amor de una y no sabe cómo debe hacerlo. Desea estar cerca de Cielo, demostrarle que es capaz de todo por ella y está dispuesto a usar a Ana para lograrlo. Sonríe con cara de travieso.

--Cielo no conoce a su sobrina, para ella soy irresistible. No me va a decir que no y a ver si puedes tenerme en tu familia sin desearme.

Luis quisiera que así fuera, que Cielo se muera de amor por él. Se acerca a una cabina. Hace una llamada. Se pone Ana así que todo es rápido Usa su pose más galán.

--Mi amor, necesito verme. Espérame en la esquina de tu casa. Vengo en un rato.

Luis no espera la respuesta de Ana porque no la necesita. Sabe que es un sí enorme. Luis nunca había sido tan cariñoso con ella. La chica salta de alegría. Sabe que Luis es un chico muy sexual y que ninguna chica ha entrado en su corazón pero no pierde las esperanzas de ser ella la primera.



Ana espera a Luis ansiosa. Lo ve llegar con una rosa y la mejor de sus sonrisas. Nunca el chico le ha regalado flores. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta. Corre hacia él.

--¿Esto es para mí?

Luis le guiña el ojo. Le da la rosa.

--Claro, es la mejor manera de demostrarte que quiero estar en serio contigo, que quiero que seas la única, que quiero que seamos novios.

Ana siente que le va a dar un infarto.

--¿hablas en serio?

Él le acaricia el cabello. Es muy coqueto, muy seductor.

--¿porqué te iba a engañar? No sé cómo quieres que te demuestre lo importa que eres para mi.

Ana lo abraza. Está emocionada.

--¿Me quieres?¿estás enamorado de mi?

Ella lo mira ilusionada. A Luis no le gusta estar jugando con los sentimientos de ella pero piensa en Cielo y pierde el mundo de vista.

--Claro, eres tú. Sólo tú la que me importa.

La pareja se besa ardientemente. Ana no deja de abrazar a su chico.

--¡novios, somos novios¡ ¡¡Es que hoy es el día más feliz de mi vida¡

Luis se siente mal, no le gusta lo que está haciendo pero siente que Cielo es la culpable de todo.

--¿vamos a nuestro rincón? Vamos a celebrarlo –dice él pícaro.

--Es que tengo que estudiar, me sabe mal que gastes para un ratito.

--Yo me refería al local de mi padre.

Ana se sofoca.

--¿¡delante de lo de mis abuelos?¡¡mi tía debe estar en casa ¡ni loca¡¿y si nos ve?

Luis sonríe:

--¿tú crees que tú tía no tiene otra cosa que hacer que estar mirando por la ventana a ver quién entra en mi local?

--si verdad,..

Ana se muere por él y hace lo que él le diga. A Luis le brillan los ojos. Le gustaría ver la cara de cielo al verlo entrar con su sobrina. Cielo no está siempre pendiente de la ventana pero cuando Luis está en frente siente un escalofrío que le recorre el cuerpo. Es como si un sexto sentido la avisara que allá está ese chico que tanto le gusta aunque ni ella misma lo acepte.

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