miércoles, 13 de febrero de 2013

Capitulo 2



Año 2012..

Luis baja de su coche. Va al hospital. Necesita estar cerca de su amada. Confía en que Ana no esté y pueda ver a Cielo. Tiene un largo pasado que ahora es lo que le impide estar al lado de su amada pero aunque ha habido mucho en el amor sólo ha estado Cielo.


*************************************************
Año 1990…


Luis tiene prisa y es que ha quedado con Ana. No quiere hacerla esperar porque teme que la chica se vaya. Suben a su cuarto, están los dos solos. Ana se decepciona cuando Luis la lleva a su habitación.

--sabía que era un error venir a verte.

Ana está enamorada de Luis pero no quiere un amigo que sólo desea acostarse con ella, es por eso que no han vuelto a acostarse juntos. A Luis le ha costado convencer a su amiga a estar a solas y no piensa dejar ir. Es muy seductor. La acaricia y sabe que ella está atrapada. Ana ha huido de su amigo precisamente para evitar esto y aunque trate de huir sabe que no puede. Luis es demasiado guapo, demasiado irresistible y ella le tiene demasiadas ganas. Luis se muestra seductor. Le gusta que Ana tiemble en sus brazos.

--déjame enseñarte lo que he aprendido en estos meses.

--¿es que has estado con alguna chica? ¡no tienes novia¡ --dice ella celosa.

Ana trata de huir pero le derriten la sonrisa y las caricias de su guapo amigo:

--soy hombre y si tú no me has querido volver a ver…

--¡Es que yo quiero a mi amigo y tú solo piensa en el sexo¡ --se queja ella.

Ana quisiera poder irse pero las caricias de Luis la hacen gozar mucho más que esa primera vez que hicieron el amor. Su única vez. Luis es muy sensual:

--Yo pienso en los dos, eres tú la que dices que nunca has estado con otro chico.

--Es verdad, yo…

Pero Luis no la quiere escuchar. La besa.

--la pasamos muy bien, ¿porqué no repetir?

Ana le quiere decir que ella no la pasó bien pero Luis no la escucha y a la que se da cuenta está ya desnuda en sus brazos. Ana disfruta por primera vez en el sexo y eso le gusta a Luis, le hace sentir más hombre, un gran macho. Mientras se fuma un cigarro mira a la joven con cara de pervertido y dice:

--te dije que te iba a gustar mucho, y tú que te la querías perder.

Ana apoya su cabeza en el pecho de él:

--y ahora qué?

--somos amigos –dice él fumando—nos la podemos pasar bien juntos pero ahora de otra manera.

Ana disfruta con Luis pero siente celos al ver que él tiene ya experiencia, que ha estado con otras, que no la toma en serio. Se oye la puerta.

--¡Mierda, mi vieja¡

Luis se viste a toda prisa.

--¡si mi vieja te ve se arma un escándalo¡ ¡¡vete por la escalera de incendio¡

Luis va empujando a Ana desnuda hacia la ventana para que se meta en la terraza y salga a la calle.

--No me hagas esto.

--Hazlo por mi, es lo mejor de los dos.

Luis le tira la ropa y le cierra la ventana. Cierra la cortina. Antes la mirada era dulce, ahora es casi una mirada amenazante para asegurarse que la chica se irá. Luis tiene una sonrisa angelical pero una mirada dura. Ana llora y se jura que nunca más estará con Luis aunque lo ama y se muere por él. Luis se pone los jeans y se queda tumbado en la cama saboreando su cigarro con una sonrisa.



En la noche, Luis acaba de trabajar. Se encierra en el almacén. Luis siente la atracción, el deseo de sus compañeras y eso le gusta. Le gusta sentirse atractivo, sentirse deseado, sentir que todas se quieren acostar con él para olvidar que su corazón está herido por una mujer que no quiere saber de él. Luis en bóxers, se muestra seductor ante esa chica que se muere por él.

--¿querías decirme algo o en serio te has equivocado?

La chica habla nerviosa. Cegada por la bella estampa que está viendo. Le han dicho que Luis es un chico fácil pero no estaba segura que se regalara de esa manera y está encantada porque es lo que desea. Luis es atractivo y tiene fama de inconquistable. Las muchachas enloquecen por él.

--es si quieres venir a mi casa después.

--si claro –dice Luis guiñándole el ojo.

La chica está que se desmaya. Luis agarra sus jeans.

--¿me dejas vestirme?

--si claro.



Año 1991…

Luis está retozando de placer en brazos de Ana.

--Cielo, Cielo... –la llama en el momento de clímax.

Ana le da un empujón con rabia.

--Entonces es verdad que estás enamorado de mi tía, ¿cómo has podido? –dice ella vistiéndose enfadada. Aunque quiere hacerle creer que la ha llamado Cielo como si dejara cariño ella no le cree. Luis no tiene ganas de justificarse y la chica lo toma como un sí y se va dolida. Luis se queda triste tumbado en la cama de ese triste motel en el que ha llevado a esa joven para desahogarse.

--Cielo, Cielo... porque he podido tener a todas las chicas menos a la único que he amado,

Una lágrima desliza por la mejilla del guapo chico.



Al cabo de un rato, Luis llega a su casa. Irrumpe sin llamar en el dormitorio de su hermano. Es igual a él pero más joven.

--¿Sergio, qué haces? –le dice Luis divertido.

Sergio está masturbándose  mientras ve una película pornográfica. Él y Luis de adoran, se tienen mucha confianza. Sergio sigue pese a la presencia de su hermano. Luis se acerca a su hermano.

--¿porqué no has cerrado la puerta? Como te pille la vieja…

--Ni que tú no lo hicieras –dice Sergio mientras le da a la manivela.

--No me hace falta.

Sergio se viene, su hermano le pasa una camiseta que está en el suelo para que se limpie. Lo trata con mucho cariño. Son cómplices. Sergio admira a su hermano. Luis lo trata de una manera muy protectora.

--Echaba de menos ropa mía pero ya no hace falta preguntarte –dice cariñoso.

Sergio admira a su hermano y le gusta usar la ropa de él.

--Pero para pajearte no uses mi ropa, tío –le dice Luis divertido.

Pero no está enfadado con él. Sergio lleva una camiseta y unos pantalones cortos.

--te puedo hacer una pregunta?

Luis se sienta en la cama con él. Le pone la mano en el muslo muy fraternal.

--¿a qué viene la pregunta? Sabes que me puedes decir lo que quieras.

--Tú lo haces, verdad? Digo, chingar. Siempre llevas condones.

--Ya sabes que sí pero a tu edad aún era virgen así que no te preocupes.

--sí te estrenaste el día de tu 17 cumpleaños ¿no? ¡pero yo no quiero esperar tanto¡

--pero si los cumples en 3 meses. Igual no tiene porque ser ese día.

Sergio se ve desesperado y Luis se muestra cariñoso.

--todos mis amigos se ríen de mi porque yo soy virgen.

--Seguro que la mayoría mienten. Ya conocerás a una mujer que te estrene –dice protector.

Sergio es muy tímido y teme quedarse virgen toda la vida.

--¡Es que me pongo muy nervioso cuando estoy con una chica¡

Luis le sonríe, le acaricia los cabellos cariñoso.

--No te preocupes, ya tendrás tu oportunidad.

--¿y lo haces mucho? ¿con qué frecuencia chingas? Eso nunca me lo has contado.

--Es que eso no depende de mí pero siempre que puedo.

--¿y cuándo ha sido el último?

Luis mira el reloj, Sergio le pide detalles con admiración. Hablan un buen rato.

--¿y no me puedes presentar a una amiga? ¡es que tengo unas ganas de hacerlo…¡

Luis tiene la mano en el muslo de su hermano. Le sonríe cariñoso. Va a decirle que no tenga prisas, que ya conocerá a alguien pero sabe que su hermano es muy tímido y que le costará.

--claro que sí.

--conoces a alguna guarra que me pueda hacer el favor?

--si claro. Yo me ocupo de todo.

Los dos se miran con cara de pervertidos.



Al día siguiente, una joven se alegra al ver a Luis yéndola a buscar a su trabajo. Le gustaría que fueran a pasear pero conoce la mirada de él. No es a la amiga a la que va a buscar y eso le duele pero aunque quisiera decirle que no le es del todo imposible.

--vamos, Melody…

Y es imposible decir no a la mirada de Luis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario